Un disco duro externo que no permite compartir música ni vídeos

Eso es precisamente lo que ha desarrollado Western Digital, un disco duro externo cargado de Gestion digital de restricciones. Evidentemente lo han hecho por nosotros, hay todo un mundo de descargas ahí fuera y claro, Western Digital ha querido protegernos. Ese es el motivo por el que nos quiere vender un Disco duro externo para acceso remoto a nuestros archivos que no permite compartir música ni vídeos, ni siquiera los que podamos grabar con nuestras cámaras digitales.

Afortunadamente el filtro parece ser tonto y trabajar en base a extensiones (aunque han filtrado 35 extensiones diferentes, que ya son bastantes), pero ¿y si implementaran un filtro mejor?

El DRM a nivel de hardware es lo que tiene, permite este tipo de libertades. Evidentemente WD se ha estrellado porque hay todo un conjunto de fabricantes que no han capado estas funciones, pero ¿se imaginan un mundo en el que todos los fabricantes bloquearan la compartición de archivos?

Opentopia, la AEPD y nuestra privacidad

Parece que hoy es uno de esos días en que los defensores de la privacidad estamos de enhorabuena porque los medios se hacen eco (via inquirer) del asunto: La AEPD se queja de que las grabaciones de muchas videocámaras de seguridad acaban pululando por internet.

Es algo que en su día comentamos aquí hace ya más de un año, cuando hablamos de Opentopia, el ojo que todo lo ve y que sobre todo va mucho más allá de esto: cuando instalan videocámaras en todas partes están preparando el futuro, un futuro lleno de ojos y policías mecánicos.

Aún así, me llena de alegría que hablen de ello en El País, ya que a Versvs no lo lee nadie… pero hoy mucha gente lo va a leer allí, y quizá alguno tome conciencia del problema :)

Bocados de Actualidad (42º)

Hoy tenemos en esta esquina de internet un cabreo enorme con nuestro proveedor de hosting (Dreamhost), que nos ha tenido 15 horas offline sin que siquiera me hayan contestado (en el momento de escribir esta nota) ninguno de los 3 tickets que he elevado durante la caída. La verdad es que no tengo muchas quejas del hosting en los casi dos años que llevo con ellos, pero lo de hoy es inaceptable. Así que aprovecho la cuadragésimo segunda edición de Los Bocados para pedir consejo mirando hacia adelante: ¿opciones de hosting que no limiten tamaño de bases de datos (o que pongan límite inalcanzable) ni número de subdominios y que se asemejen en precio a Dreamhost? Todo consejo será bienvenido.

Podría añadir que hace un día acojonante, sol que no calienta y un poco de brisa para mediados de diciembre (cosas de vivir en el sur), pero no me apetece comentarlo. Me quedo con lo último de Naglfar y Draconian Times (lo mejor que hicieron los viejos Paradise Lost). Buena compañía para un domingo.

  • Rosa, entre otros, protestó contra el nuevo sistema de comentarios de Google que impide firmar como se ha hecho siempre, enlazando a tu blog.
  • Denker Über y un dilema que muchos no observan: el de estar en una red social transmitiendo tu presencia sólo a aquellos que tú decidas.
  • El blog de Jero cada vez me gusta más, menos posts pero siempre sobre temas que no están manidos. Esta vez habló sobre otros factores que compensan al trabajador, porque no todo es la pasta…
  • Error 500 y el último intento de la industria audiovisual (de la mano de Universal y Nokia) por trasladar al cliente el pago por algo que no quiere.
  • Juan Varela ha vuelto a su blog y, entre otras cosas, nos cuenta el asalto definitivo de Rupert Murdoch (ese bonachón) a la prensa norteamericana. Da escalofríos.
  • Seth Godin habla de los monopolios del entretenimiento con bastante acierto.
  • La pastilla roja y las interesantísimas (y desanimantes) declaraciones del grupo de ISO encargado de evaluar los estándares, resumiendo: «el tiempo de los estándares abiertos se acaba, asistimos a la estandarización por corporaciones… espero que mi sucesor tenga más suerte».

A más ver.

2 de cada 3 usuarios de Facebook no han oído hablar de Beacon

Dicen en Valleywag que el 67% de los usuarios de Facebook que contestaron a una encuesta en el mismmo facebook dicen no saber nada de Facebook Beacon.

En Webmetricsguru (via Error500) se preguntan (con bastante sorna) si realmente en Facebook están poniendo los medios necesarios para que sus usuarios sepan que los 44 socios comerciales de Facebook están enviando información personal de todos nosotros hasta los servidores de Facebook, aunque muchos ni siquiera hayan firmado con Facebook un contrato de prestación de servicio.

Claro que se preguntan eso mientras nos descubren que el tráfico de usuarios únicos en Facebook ha subido un 20%, con lo cual podemos hacernos una idea de lo muchísimo que le preocupa a Facebook informar a sus usuarios. Y el dato es impresionante: sólo el 29% ha oído hablar de Beacon, lo cual no significa (ni por asomo) que lo acepten. ¿Qué porcentaje de entre el número real de usuarios afectados (que somos todos los que naveguemos a las webs de esos 44 socios) habrán oído hablar de este asunto? ¿El 5%? ¿Qué porcentaje lo aceptaría si supiera cómo funciona?

Y aquí seguimos diciendo lo que ya hemos dicho antes: que al usuario le llueven los golpes y no se entera por dónde.

Videovigilancia con wifi y sin enchufes

¿Hay aún rincones de tu propiedad que no pasarían el minucioso examen de la vigilancia propuesta por Bentham o Foucault? No se preocupe. Si el peor problema de la instalación de videocámaras es dotarlas de un sistema de alimentación eléctrico que les permita funcionar, ese problema tiene los días contados con este nuevo prototipo desarrollado por NEC (Digital World Tokyo, vía): una cámara que se sitúa junto a los fluorescentes del techo y nos ayudará a vivir un poco más en el panóptico.

Para alimentarla se coloca una espira enrollada en uno de los extremos del tubo, cuyas variación de campo eléctrico dentro de la espira generará la electricidad necesaria para alimentar la cámara y hacer posible la toma de imágenes y su envío vía WiFi hasta una computadora.

La ventana por la que Orwell se coló en el dominio público

Bueno, no se coló en todas partes. Aparentemente sólo lo hizo en Rusia, Canadá y Australia. ¿Por qué? Porque George Orwell falleció en 1950 dándose la circunstancia de que en el año 2000 la legislación de esos tres países permitió el pase de la obra de Orwell al dominio público.

Fantástico, de no ser porque después de eso, Rusia modificó su Ley de Propiedad Intelectual para adecuarla a los habituales «muerte +70 años» promulgados actualmente (ya pretenderán alargarlos…) por Disney para seguir poseyendo los derechos de Mickey Mouse. Pero eso sucedió en 2004, y para ese momento las obras completas de Orwell ya habían pasado a dominio público en aquellos países.

La ley de mickey mouse llegó tarde para eso y ahora tenemos la paradójica situación de que la anti-Stalinista «Rebelión en la granja» es hospedada en servidores rusos, mientras colgarla en un servidor norteamericano está perseguido, penado y reprimido. Qué vueltas da la vida :)

Desconozco cuál es la situación en España, sospecho que Andy Ramos nos ha sacado de dudas en un comentario: en España no entrarán al dominio público al menos hasta 2031 (aguanta la pedrá). Aún así puede leerse una copia online en el dominio de la Universidad Complutense de Madrid y también se puede conseguir una copia online a la que enlaza la Wikipedia.

¿Alguien puede poner más datos sobre la mesa para aclarar la situación en España?

Nielsen y las marcas de agua (watermarks). Todos quieren ser el proveedor

En los últimos tiempos estamos viviendo una interesante batalla, sostenida por grandes empresas de todo el mundo que quieren convertirse en la llave que nos abra el acceso a la información. Todos quieren ser proveedores de contenidos. No exactamente productores, producir contenidos es una tarea ardua que requiere mucho esfuerzo a veces pobremente recompensado. Todos quieren ser proveedores en un ecosistema tecnológico hostil a los proveedores que está inevitablemente supeditado a un ecosistema legal que cada vez los apoya más, imponiendo reformas legales y tributarias que elevan la pena por no obedecer.

Todos quieren ser proveedor de contenidos. Desde fabricantes de hardware (Apple, Nokia) a telecos (todas), pasando por los medios tradicionales que no quieren perder su posición hegemónica. La mayoría de los intermediarios está perdiendo el carro, si bien algunos aún planean resistencia, como Nielsen.

¿Qué hace Nielsen exactamente? Ofrecer un sistema de tasación de medios, basado en unas métricas de audiencias, que permita estimar el precio justo en caso de compras/fusiones/etc.. Es por esto por lo que el sistema es cuestionado cuando alguno de los medios ve bajar sus métricas.Este sistema es cuestionado sistema a menudo discutido. Google también tiene su propio competidor en la red: Alexa y Google Analytics hacen precisamente eso, ayudan a valorar cuánto hay que pagar por un medio (sea éste un blog o un gran periódico).

Lo que sucede es que cuando las métricas se atomizan (y eso sucede parcialmente en la red) las métricas se complican y Nielsen quiere ampliar su negocio postulándose a sí mismos como proveedores/intermediarios válidos modificando así su sistema de negocio para invadir un terreno diferente.

¿Qué propone Nielsen para convertirse en intermediario? Lo que prometen todos: velar por limitar la copia de un determinado material. Nielsen propone no sistemas de DRM, sino de Marca de agua, para trazar el recorrido de una obra protegida a través de la red (ArsTechnica). Una marca de agua es una «firma digital» imperceptible que en principio no impide la copia de un documento (como un mp3 o un vídeo), pero sí permite el rastreo del mismo.

¿Por qué una marca de agua? La marca de agua es la culminación de la restricción en la red: no es que no lo puedas copiar, es que si lo haces cualquiera podrá saberlo. No es la prohibición impuesta, sino la prohibición autoimpuesta. Una especie de panóptico adaptado a la era digital. Además, aunque en principio la marca de agua no impide la copia, con un adecuado registro de marcas de agua válidas sería posible eliminar automáticamente las copias ilegítimas de un archivo, algo ciertamente posible en una red cada vez más concentrada. Estaríamos de nuevo en manos de alguien capaz de romper estos sistemas, claro que se puede… siempre se puede engañar al sistema. Pero cada vez requiere más conocimientos técnicos, las soluciones son menos sencillas y ello conlleva exclusión del acceso para una fracción creciente de la población.

Desde luego contemplo esta propuesta con recelo, como contemplo toda propuesta encaminada a generar escasez y fricción en un sistema que funciona tal y como está. La marca de agua no aumenta su eficacia sino que la disminuye. A menos que la lógica de internet sea cambiada radicalmente y en lugar de hablar de un sistema de información abundante hablemos de un redil completamente bajo control. Cabe preguntarse si eso podría seguir recibiendo ese nombre (internet) y si realmente estaríamos entusiasmados ante tal posibilidad.

Un episodio más de la lucha por ser el cuello de botella capaz de reducir la enorme cantidad de contenidos, sea eso o no necesario (a mí no me lo parece). Del mismo modo que todos quieren ser Digg, todos quieren ser el proveedor. Todos quieren mandar, llamémosle por su nombre :)

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