Luchar en el bando equivocado

«Pobre amigo, me daba lástima imaginarlo defendiendo como un idiota precisamente los falsos valores que  iban a acabar con él o en el mejor de los casos con sus hijos; defendiendo el derecho feudal a la propiedad y a la riqueza ilimitadas, él que no tenía más que su consultorio y una casa bien puesta, defendiendo los principios de la Iglesia cuando el catolicismo burgués de su mujer no había servido más que para obligarlo a buscar consuelo en las amantes, defendiendo una supuesta libertad individual cuando la policía cerraba las universidades y censuraba las publicaciones, y defendiendo por miedo, por el horror al cambio, por el escepticismo y la desconfianza que eran los únicos dioses vivos en su pobre país perdido.»

Julio Cortázar, Reunión

Para tanto músico que se pasa al lado marrón, que nos llama ladrones, que hace campaña en contra de su público y de sus propios intereses (los del músico). Ellos que no tienen nada (la gran mayoría jamás vivirá de la música) pero se apegan horriblemente a los derechos de reproducción como si fuera el maná caído del cielo que elimina el hambre del mundo. No han entendido nada, pues tienen lo que se merecen. Lean lo que Foncu tuvo a bien contar hace unos días.

Bocados de Actualidad (31º)

No sé si es el cambio climático, pero hace unos días caían chuzos de punta y de repente… el verano. Calor para adornar la trigésimo primera entrega de Bocados de Actualidad. Espero que les aproveche alguno de los enlaces que dejo por aquí.

  • Expolio Intelectual habla de «fabbing» y de la guerra futura del copyright. No será contra el DRM y la industria de la música, será contra los creadores de patentes.
  • Web Worker Daily nos descubre un buen truco para manejar varias direcciones de correo con Thunderbird: las identidades.
  • Topopardo da una vuelta de tuerca en navegación anónima y nos enseña cómo mejorar nuestras defensas anticotorras.
  • Por último mencionar (off-topic) que Antonio celebró el cuarto cumpleaños de su blog.
  • Muchas voces se alzan en contra del «carné de informático» que propuso la Generalitat de Catalunya, Sergio Hernando (este blog es imprescindible, chicos) lo hace exponiendo argumentos que tiran por el suelo todo lo que en favor de esa cacicada se pueda decir.
  • Ricardo Galli y los poemas de Tumbadito sobre la inmigración. Magníficos.

Tonto el último en meterse en el agua.

¿Don’t be evil?

Si de algo se ha hablado en internet desde que apareció Google hace algunos años ha sido de su buenrollismo, de que eran sangre nueva en un negocio de elefantes pesados y de su mantra: Don’t be evil. No seas malvado.

Ese mantra ese toda una declaración de principios. No seas malvado, compite ajustándote a las reglas, haz negocios justos, aprovecha tu ingenio pero no uses guerra sucia… En fin, sed buenos, comed algodón de azúcar, y la paz en el mundo.

Desde hace tiempo hay quienes pensamos que Google tiene una posición excesivamente dominante en lo que es la experiencia de internet actual. Algo muy parecido (alarmantemente parecido) a lo que representa Microsoft en cuanto a sistemas operativos, y creo que no lo hacemos sin algo de razón (aunque no exista una verdad absoluta). Muchos acusan a Google de haber traicionado su declaración de principios repetidamente con la censura en China, la entrega policial de datos de usuarios de Orkut y la bajada de pantalones continua borrando vídeos de YouTube.

Todas esas actuaciones dejaban el «don’t be evil» de Google en poco menos que papel mojado, pero si alguien aún piensa que Google no se rendirá a sus beneficios trimestrales, en los últimos días dos noticias se relacionan con esto:

  • El consejo de administración de Google rechaza una propuesta en la que la compañía se comprometería a defender la libertad de expresión en todas partes del mundo. Ante la ovación que los cuatrocientos miembros de la junta de accionistas regaló al ponente en favor de la declaración, Eric Schmidt, Larry Page y Sergey Brin (que suman casi dos tercios del accionariado) se opusieron a la misma, tirándola a la basura. Al fin y al cabo tienen la mayoría.
  • Ante tanta meada sobre su propio lema, Google decide cambiarlo y del Don’t Be Evil se va a  por algo más apropiado a la asepsia ética actual de la compañía: Búsquedas, publicidad y aplicaciones.

La ración de Googleitis del sábado ya la hemos cubierto, aunque sea de mala manera.

¿El fin del anonimato en el dinero en efectivo?

Hace unos días vi una noticia que me llamó la atención, pues se hacía uso en la misma de dos recursos muy utilizados en la política de nuestro tiempo para justificar las cosas cuando no se tienen argumentos: El primero es el típico «somos buenísimos haciendo las cosas» y el segundo era un «la cosa está mal y hay que endurecer las medidas de seguridad». Todo eso de forma consecutiva, en 20 segundos. Me quedé intrigado pensando si alguien más habría notado la sucesión de puntos de vista. La propaganda del sistema y el granito de miedo.

Hablaban de dinero, de billetes de Euro muy seguros, pero no suficientemente seguros. «Son los menos falsificados del mundo, pero hay que reforzarlos». Es por eso que para finales de esta década planean nuevos billetes de Euro más seguros. Lo que voy a contar no está probado, es simple recolección y procesado de información. Que no haya pruebas no significa que no sea bastante probable. Vamos con la exposición.

Porque digo yo, ¿qué significa que van a hacer billetes de Euro más seguros? Lo primero que me vino a la cabeza, en sintonía con el concepto institucional de seguridad, fue que piensan añadirle chips RFID a los billetes. No es una idea probada, pero tampoco es infundada: esta posibilidad ya se barajó durante la creación de la actual generación de billetes de Euro. Pueden leer en Chips Espías información al respecto, si no tienen el libro pueden ver la FAQ de Spychips y descubrir que Hitachi trabajó con el BCE en este proyecto. Un momento, ¿he dicho Hitachi? La cosa se pone interesante si el fabricante del microchip RFID más pequeño del mundo (del tamaño de motas de polvo) hace tiempo que trabaja con el BCE para implantar chips de este tipo en los billetes. Repito, aún no tenemos pruebas, pero no me parece descabellado.

¿Y qué opino yo de esto? Nada que no haya dicho antes. Estos chips significarían el final del anonimato al pagar en efectivo. Esto tendría consecuencias negativas de toda índole (privacidad, seguridad, invasión -aún más- publicitaria). De modo que me marco este tema en la agenda para seguir las noticias al respecto, la nota de prensa de la que mamaron los medios españoles (emitida por servimedia) era escasa en datos, algo habitual.

*** Relacionado en el blog

¿Quieres vender CDs usados? ¡Alto! ¡Los papeles!

Seguimos a vueltas con el libre acceso a la cultura y a la información. En EEUU, el estado de Florida impone restricción a la venta de CDs usados. Si vendes tus viejos CDs te recogerán las huellas dactilares y todos tus datos personales. ¡Magnífico! Esta medida, que brilla por su fuerte carácter de control podría ser adoptada próximamente por los estados de Wisconsin y Rhode Island. En principio la norma no prevé penas de cárcel para los vendedores, pero te sentirás sucio cual criminal. Esto lleva además, aparejado otra medida restrictiva, esta vez relacionada con los establecimientos de venta de segunda mano: Cuota de 10.000 dólares para obtener el permiso para «tratar a mis clientes como si fueran criminales», según se quejan los propietarios de las tiendas.

¿Qué consiguen con esto? Que no haya nadie dispuesto a poner una tienda de este tipo, puesto que el lastre de 10.000 euros y todo el papeleo y gestión de datos personales encarece el negocio en demasía. Eliminan el canal de distribución para eliminar el acceso a la cultura, no es nuevo: ya lo hacen con la DMCA (criminalizando al que desarrolla hacks) y ya quieren hacerlo en Europa (que pudo ser social, pero es una mala copia de los EEUU) criminalizando a los desarrolladores de programas p2p.

¿Y qué se persigue con esta medida? Parece claro y ya lo he mencionado: limitar el flujo de cultura, si no lo puedes comprar de segunda mano, pero lo quieres comprar, tendrás que comprarlo nuevo. A precio de petróleo, claro. Esto excluye automáticamente de la posibilidad de comprar discos a muchísima gente, y recordemos que en EEUU compartir música vía p2p es ilegal. ¿Qué tenemos entonces? Un caldo de cultivo perfecto para la represión cultural, un pueblo que cada vez tiene menos acceso a la cultura (y por tanto, cada vez será más ignorante) y unos pocos políticos y empresarios del entretenimiento brindando con Don perignon por lo bien que les ha quedado la jugada.

Lo venimos diciendo: la guerra del copyright no es por la música (a los gobiernos les da bastante igual que haya unos pocos Paudoneses y Ramoncines viviendo del cuento), es por el acceso libre a la información, y en Florida ese acceso es, desde hoy, un poco menos libre.

Visto en Ars Technica (vía: Slashdot)

El futuro de la libertad de expresión, por Bufet Almeida

«La libertad, Sancho es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre. Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.»

Impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero, el meme oficial del centenario de la publicación del Quijote ha lastrado buena parte de la legislatura. Pero a pesar del hastío que su extenuante reiteración ha producido en los últimos años, las palabras de Miguel de Cervantes, y los refranes de Sancho, siguen tan vigentes hoy como hace cuatro siglos. Ningún bien puede compararse a la libertad, y de entre todas las libertades, ninguna como la libertad de palabra.

Los ciudadanos asisten atónitos, desde hace años, a una histérica, zafia, y por si fuera poco, aburrida representación de títeres de cachiporra. Una batalla impulsada desde poderosos grupos mediáticos, que han convertido la actualidad política en un ridículo toma y daca de mamporros entre los dos partidos mayoritarios. Tras las candilejas, los responsables de la función esperan su momento.

El poder mediático, que no es sino la espuma del verdadero poder, quiere controlar Internet a cualquier precio. Y en buena parte ya lo está consiguiendo: la forma en que la propia Internet digiere la actualidad viene condicionada desde fuera de la Red. Podemos menear al elefante sobre una telaraña, pero nunca sabremos de dónde cuelgan los hilos.

No tenemos aliados. Aquellos que creemos que la única y verdadera herencia de nuestros hijos es la libertad, no podremos confiar jamás en ningún poder. Paradójicamente, nuestra única esperanza, hoy, no está en el orden sino en el caos que Internet representa. Proteger la libertad que encarna ese caos es nuestra única obligación, nuestro único legado.

Estamos solos: ningún poder nos apoya. Y por principio, debemos desconfiar de todos ellos: del poder político, del poder económico y del poder mediático. Ahora y siempre, lo que sea Internet, y lo que la explosiva libertad que Internet representa pueda suponer para el futuro, sólo depende de nosotros mismos.

No bajemos la guardia.

Hay un análisis algo largo, pero imprescindible, que nos presenta Bufet Almeida, sobre la libertad de expresión en la red y su futuro. Esto es sólo un fragmento, háganse un favor y léanlo.

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