La neutralidad tecnológica mal entendida

David Hammerstein, eurodiputado por Los Verdes, dará una conferencia en Madrid el próximo día 13 con el título Neutralidad tecnológica: las garantías del nuevo Estado Digital. Lo cuenta él mismo (via).

Más allá de lo que pueda contar (David siempre ha apoyado las movilizaciones en contra de las patentes de software y demás parafernalias) me quedo con dos detalles: eso de Estado Digital así en mayúsculas, que da reparo; y el hecho de que en el cartel de la conferencia ponga al pingüino de GNU/Linux y la manzana de Apple en contra de la ventanita de Microsoft.

No es que el concepto de neutralidad tecnológica sea siempre discutible (la tecnología podrá usarse bien o mal, pero rara vez de forma neutral; lo que hay que luchar es para que se utilice bien y en este contexto eso equivale a que no se limiten las oportunidades de nadie mediante medidas tecnológicas), es que no llego a entender que Apple y sus ecosistemas cerrados sean situados en el mismo equipo que el software libre; no son del mismo equipo, ni siquiera juegan al mismo deporte. En cuanto Apple tenga ocasión instaurará un monopolio tan doloroso como el de Microsoft ya que recurre a métodos iguales (no nos dan el código) o incluso más cerrados y radicales.

Las imágenes son poderosas y transmiten muchos mensajes, si lo que queremos es luchar contra lo establecido sin cuestionar el fondo la imagen tiene sentido, si lo que queremos es una sociedad abierta y libre regalarle a Apple el guiño de aparecer junto a los iconos del software libre es un error que no cabía esperar de alguien a quien se supone un cierto conocimiento del entorno tecnológico. Llámenme purista, pero creo que es una cagada.

Y recomendaría la charla porque podría pensarse que hablará de neutralidad y de otras cosas interesantes, pero de verdad que eso de «Estado Digital» da un poco de repelús, no sé si yo acudiría (pero lo dudo mucho) así que tampoco puedo recomendarla realmente.

El final de las tarifas planas

Desde antes que internet apareciera en los medios, desde antes que la mayoría de personas que ahora usan la red la hubieran usado por primera vez (es una afirmación demostrable tan sólo comparando el número de suscriptores a internet en 1997 y 2008, por ejemplo) hubo una lucha por parte de las personas que querían usar la red de forma más libre, entendiéndose en ello la libertad de horarios y de permanecer conectados durante el tiempo que fuera necesario sin tener que preocuparse por el precio final de la factura. La gente exigia tarifa plana en un servicio emergente que las telecos querían ver despegar (representaba otra vía de entrada de dinero). Fue así como surgieron las tarifas planas, con no poco sudor y no pocas movilizaciones.

En 1999 las tarifas planas se extendieron globalmente; también en España. Con ellas internet llegó al público mayoritario, poco a poco más casas fueron conectándose a la red, primero con viejos módems estridentes y luego a traves de elegantes routers y cable-módems de conexión permanente.

Pero la realidad es muy diferente según desde el lado en que se mire. Los usuarios estamos muy contentos porque tenemos una tarifa plana que nos permite navegar, charlar, bajar música ocasionalmente, ver vídeos de nuestros amigos en YouTube y si nos lo perdemos por algún motivo ver a Enjuto Mojamuto en la web de RTVE.

Las telecos, por contra, lloran «su pena» (ya querrían muchos esa situación «penosa») por las esquinas: el tráfico de internet representa una porción creciente del tráfico total de telecomunicaciones, pero las telecos hacen la mayor parte de sus beneficios a través de los servicios tradicionales (llamadas de voz) no incluídos en las malditas tarifas planas que hacen que su beneficio no sea escalable y que, por tanto, ese aumento de tráfico no conlleve un incremento proporcional de los costes.

El poder político contempla esa petición como una oportunidad para permitir el filtrado de contenidos, que derrocaría a la neutralidad de la red. De forma que no es descabellado pensar que unos y otros se guiñen un ojo y legislen al respecto.

Por eso se pasan el tiempo ideando estratagemas, historias y quejas que les apoyen en su afán de cobrar más por lo mismo: ya sea cobrando dos veces a dos personas diferentes o ya sea cobrando más a una misma persona. Creemos que todo eso es sólo alcanzable si se deroga la neutralidad de la red de forma que el proveedor pueda cobrar dos veces (al cliente por acceder y al host por hacer su web accesible; y ojo porque esto acabaría con toda startup de internet que pudieras imaginar nunca) o filtrar el contenido al que accede el cliente según su tipo y cobrar «paquetes» adicionales de p2p, de VoIP, de YouTube, etc. del mismo modo que ahora en la tele por cable te cobran por canales adicionales. Dentro de estas estratagemas, historias o quejas entran actividades como cortejar al gobierno y llorarle tus «desgracias»; ideas falsamente revolucionarias sólo aplicables si se renuncia a una red neutral, como el p4p; o el FUD de que Internet se colapsará si aumenta el tráfico de vídeo, cuando las telecos están usando actualmente para lso clientes que las contratan menos de un 10% de su capacidad real (sin temor a cogerme los dedos), el resto se lo guardan ellos. Por cierto, las excusas de ONO para bloquear el p2p pasaban por ese mismo punto: poner cara de gatito y decir que la red se satura. Falso.

Es cierto que todo eso sólo es posible si la neutralidad de la red es eliminada. Pero también hay otra forma de hacer escalables las tarifas que hasta ahora eran planas. Las compañías pueden imponer contractualmente un límite de tráfico mensual a partir del cual la velocidad se reduzca hasta lo exasperante (según la rae, irritante en exceso) o se te carguen costes adicionales. Es un modelo muy habitual en la internet móvil que da no pocas sorpresas desagradables. Ciertamente, este punto ya lo tratamos marginalmente cuando hablamos de La neutralida de la red y la libre competencia, pero ahora que TimeWarner (uno de los mayores ISP de EEUU) ha decidido capar el límite de tráfico mensual a sus clientes (Ars) y nuestras elucubraciones se confirman creo que valía la pena dedicarle un post.

Por supuesto, las excusas son absolutmente injustas y falsas: en un mundo donde por enviar un SMS pagamos más de lo que cuesta recibir datos desde el telescopio hubble, no parece que las telecos tengan un modelo de negocio en crisis y toda medida de extorsión destinada a eliminar las tarifas planas y convertirlas en escalables me parece rechazable. Habrá que estar muy atento para que el modelo absolutamente segmentado de la internet móvil no se extienda y gangrene las tarifas planas que tantas protestas nos costó conseguir. Al fin y al cabo, bits son bits.

Apple y el futuro de internet

«Piensa que esos dos inventos -iPhone y Apple II- fueron lanzados por el mismo hombre, las revolución que cada uno inauguró es radicalmente diferente. El Apple II era la quintaesencia de la tecnología generativa. Era una plataforma. Invitaba a la gente a jugar con él. Los aficionados escribieron programas para él, los hombres de negocios comenzaron a vender software para él. Jobs (y Apple) no tenían ni idea del modo en que su máquina sería usada. Ellos tenían su visión, pero afortunadamente para ellos, nada limitó a la máquina únicamente a la visión de sus fundadores. Apple ni siquiera sabía que VisiCalc estaba en el mercado cuando se percató de que las ventas de Apple II se disparaban. El Apple II fue diseñado para las sorpresas -algunas muy buenas (VisiCalc), y algunas no tanto (los inevitables y frecuentes bloqueos del sistema).

El iPhone es el opuesto. Es estéril. Más que una plataforma que invita a la innovación, el iPhone viene preprogramado. No tienes permiso para instalar programas al dispositivo todo en uno que Steve Jobs te vende. Su funcionalidad está capada, y Apple lo puede cambiar via actualizaciones remotas. Más aún, a aquellos que se las apañaron para jugar con el código para desbloquear el iPhone, Apple los amenazó (y luego cumplió la amenaza) con transformar el iPhone en un iLadrillo. La máquina no estaba pensada para ser generar innovación más allá de la innovación que Apple (y su socio en exclusividad AT&T [NdT: en los EE.UU.]) quería. Mientras el mundo entero innovaba para el Apple II, sólo Apple innovaría para el iPhone.»

Jonathan L. Zittrain, The Future of the Internet (and how to stop it)

Por eso no me gustan los productos de Apple y estoy harto del iPhone, ¿en qué momento nos convertimos en la propiedad intelectual de Apple para que nos digan lo que podemos y no podemos hacer? Nunca me convertí en su propiedad intelectual, y no pienso pasar por ahí.

Grabar un videoclip usando las cámaras de CCTV

Esta nota me ha resultado cuando menos llamativa. Un grupo musical británico (The Get Out Clause, Manchester) ha grabado un videoclip utilizando para ello las grabaciones de las innumerables cámaras de circuito cerrado (CCTV) de su ciudad.

Se desplazaron por toda la ciudad «actuando» delante de hasta 80 cámaras. A continuación demandaron el contenido de las grabaciones a los propietarios de las cámaras (unas eran públicas, otras privadas) en virtud de la «Ley para la libertad de información» británica (The Inquirer).

Un sorprendente «hackeo» del sistema legal de grabaciones que deja al descubierto un par de aspectos: hay numerosas videocámaras en las calles y, al menos en en UK, cualquiera puede acceder a las grabaciones en virtud de la libertad de prensa.

Por cierto, el vídeo puede verse en el perfil de Myspace del grupo (enlace arriba) y no tiene mala pinta del todo.

Vigilantes privados vigilando espacios públicos

Una noticia que me ha sorprendido, al hilo del comentario sobre el número de vigilantes privados en Málaga, que ya superó al de policías públicos.

En aquella noticia se decía que el aumento de policía privada se debía al auge de la construcción y a la «percepción de inseguridad». La afirmación es más que discutible, pero se cae sola cuando uno lee que 10 parques públicos de la ciudad son vigilados hace meses por policía privada (Diario Sur).

Parece que alguien olvidó tener en cuenta en el auge de la vigilancia privada el que ésta esté desplazando de sus funciones a la policía pública. Y eso que ni siquiera comentan que en aeropuertos y estaciones de tren son vigilantes privados los que controlan todo el proceso de embarque. Con una mano nos dicen que son tareas de altísima seguridad y extremadamente sensibles, y con la otra confían la seguridad a un ejército de mercenarios privado. Paradojas de la vida, porque yo (puestos a elegir entre opciones que no nos gustan) prefiero la primera.

Los parques públicos controlados por policía privada son Parque de Málaga , Parque del Norte, Parque de Huelin, Parque de la Laguna de la Barrera, Parque de San Miguel, los Jardines de la Coracha, Parque de Los Angeles, Parque del Morlaco, Parque Litoral y las dependencias del Servicio de Parques y Jardines en Finca Quintana (Ciudad Jardín). No son precisamente parques pequeños, algunos son sin duda de los más grandes de la ciudad y en conjunto resultan en una cantidad importante de las zonas verdes de recreo de la ciudad.

Desconozco si esta situación se repite en otras ciudades, ¿alguien sabe algo?

Pase sin llamar

El tribunal supremo sentencia que los datos que circulan por plataformas como eMule no están protegidos por el derecho a la intimidad ni al secreto de las comunicaciones. La Policía podrá acceder a ellos sin autorización judicial previa. Parece buena idea si no fuera porque la policía tendrá autorización para mirar dentro de mi ordenador sin que un juez se lo autorice expresamente.

Recuerdo, hace ya algunos años, la que se formó en este país cuando el infame ministro del interior Corcuera en su Ley de protección de la seguridad ciudadana (archifamosa Ley Corcuera) pretendió re-instaurar a la autoridad competente como una serie de entes autorizados a entrar en las viviendas sin permiso expreso de un juez. La llamaron la ley de la patada en la puerta, la ley del pase sin llamar. En nombre de la seguridad ciudadana, esa ley otorgaba a los cuerpos policiales y gubernamentales un poder desmedido. Corrían los primeros años noventa, Nirvana rompía la caperuza de gomina de los 80 con su Nevermind, el felipismo acusaba ya la larga carrera ochentera y sucedían cosas como ésta (y otras mucho peores de las que no hablaremos ahora).

Dieciséis años después de que la Ley Corcuera fuera empujada al desagüe que siempre se mereció en mitad de protestas ciudadanas y universitarias, el tribunal supremo dice que violar la intimidad de mis comunicaciones sin permiso judicial es algo tolerable (Publico, El País). El tribunal supremo dice que la ley del pase sin llamar, la ley de la patada en el módem, es tolerable. Y la gente no protesta. Incluso habrá el que vea en esto una oportunidad para defender intereses espurios como los de restricción de copia, aunque la ley no contemple el mero intercambio de archivos protegidos como un acto ilegal y así lo hayan expresado previamente los tribunales. En el camino quedarán nuestros derechos, pisoteados.

¿Por qué una cosa se permite sin problemas y la otra no? A mí me parecen igual de invasivas, igual de lesivas para mis derechos. Si existen indicios de delito, se debe recurrir a un juez y el mismo debe ordenar la intervención de las comunicaciones si, y solo si, lo cree necesario y conveniente. Me parece perfecto que se persigan las actitudes delictivas en la red, pero me parece incorrecto que no lo gestione todo un juez. Es darle demasiado poder a la policía y de verdad no creo que queramos vivir en un mundo donde todo el poder caiga sobre la policía. No sé si la policía conseguirá erradicar los delitos (aunque lo dudo mucho), pero estoy seguro de que un exceso de policía hará nuestras vidas mucho más aburridas y nos hará a nosotros mismos, menos libres.

Bocados de Actualidad (63º)

Primer domingo de junio y un buen momento para comentar algunas ideas y noticias importantes que no tuve ocasión de comentar pero a las que vale la pena echarles un ojo. La sexagésimo tercera ronda de los Bocados vienen al ritmo enérgico de Moho. Sin más preámbulos, aquí están los enlaces.

  • Uberbin y la guerra sucia de algunos que para defender su propiedad intelectual no dudan en recurrir a ataques a servidores (por cierto, incumpliendo la ley).
  • Vallesin y más autobuses con videovigilancia en Valladolid.
  • TechCrunch y el replanteamiento de las leyes de propiedad intelectual; The Register le dio la (dura) réplica.
  • Andy Ramos, neutralidad de la red y propiedad intelectual.
  • Fernando Tricas critica la invasión de la ciudad para celebrar unos fastos que a los zaragozanos ni les van ni les vienen, pero les impiden disfrutar su ciudad.
  • David de Ugarte habló sobre comunidades, usuarios, y participación.
  • Yo sostenible y algunos consejos para el ahorro de energía.
  • Para terminar, Anfrix nos mostró algunas preciosas imágenes astronómicas. Es verdad que el universo, visto desde lejos, parece un lugar hermoso :)

Y esto es todo por ahora, mañana más.

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