Hace unos días la escena del software libre celebraba con alegría el vigésimo cumpleaños de Linux. 20 años después de la presentación de Linux hay motivos para celebrar lo conseguido: Linux sigue presente y es la mejor opción para ordenadores de escritorio, y (escogiendo con cuidado) también para portátiles. Hace 20 años era impensable que el software libre ganara la batalla que iba a acometer, pero lo hizo. Sin embargo, también 20 años después hay motivos para estar preocupados y mirar cuidadosamente hacia dónde se dirige el software libre y qué podemos hacer para no dejar escapar finalmente aquello por lo que tanto hemos luchado.
Claves del escenario presente
Antes de abordar ningún plan, es necesario saber dónde exactamente estamos ahora.
- Linux es un sistema maduro, completo, diverso y, lo mejor de todo, libre. Constituye la mejor opción si queremos un ordenador de sobremesa para casa u oficina.
- En portátiles Linux se comporta casi igual de bien: hace ya varios años que los principales fabricantes también desarrollan controladores para Linux y lo más probable es que todo funcione bien y a la primera. Pero no siempre es así y hay que ser cuidadoso y revisarlo todo al detalle para no llevarse malas sorpresas.
- En los dispositivos móviles, sin embargo, Linux ha perdido el tiempo. Podemos argumentar que Android tiene corazón Linux, pero no debemos olvidar que la victoria de Android no es la victoria que el software libre cree: Android es la nueva frontera del software libre con el privativo, y Google no dudará en cruzar su rubicón cerrando el código si le viene bien.
- Ya se vendían más portátiles que ordenadores de sobremesa y eso no es nada para la cantidad de teléfonos (y ahora también tablets) que se venden en comparación; cifras muy superiores.
- Tendemos a reducir el número de dispositivos que llevamos encima. El portátil (incluso los pequeños) da mucha más autonomía, pero ya entra dentro de la tercera gama (en tamaño): tanto los tablets como los móviles son más ligeros y los llevamos encima con más frecuencia.
- Que no queramos llevarlos todos encima no significa que sólo tengamos un dispositivo, tenemos más de uno y les pedimos que estén sincronizados.
La débil posición de Linux en los dispositivos móviles
Lo que en el escritorio es una realidad innegable, en los portátiles admite matices y en los móviles, directamente, no se cumple. No hay un Linux completo para móviles, cuando digo que no lo hay no quiero decir que no exista, sino que no está al nivel: para instalarlo hay que tener conocimientos avanzados… y estar dispuesto a perder la garantía de tu teléfono y todo lo demás. No hay móviles clónicos y comprar estos terminales utilizando el modelo de financiación que ofrecen las operadoras es la norma extendida.
La sincronización entre dispositivos móviles es difícil usando software libre, cuando no es imposible. Si tenemos un móvil con un sistema como Android (recordemos, ese mal menor) e intentamos sincronizar nuestra agenda con la de Thunderbird ya podemos ir sufriendo. La solución más comentada, para mi desconcierto, en los blogs y foros de software libre, recurre a la sincronización vía GMail (te lo recomiendan aunque pidas expresamente lo contrario). GMail no es libre. Podemos intentar usar software libre como Funambol, pero no soporta Thunderbird, aunque sí Outlook y Mail.app (sumen más desconcierto a lo anterior).
Tener un sistema de escritorio completo y potente fue un gran logro, un hito y una victoria… en su día. Para lo que tenemos por delante podría no ser suficiente. Linux 3.0 es una realidad, como también lo es la ausencia de un sistema como GNU/Linux en el mercado de sistemas operativos para móviles y, como consecuencia, la ausencia de soluciones para sincronizar fácilmente nuestros dispositivos sin recurrir a software privativo ni servidores de otros.
Entonces, ¿hay futuro para el software libre?
Sí, lo hay. El futuro pasa por no desatender más estos ámbitos, por no quedar fuera del reparto en móviles ni en otros dispositivos. Lo demás es darle excusas a quienes habiendo sido usuarios de Linux se compran un Mac/iOS y se consuelan «las tripas son UNIX». Cuanto mejor si su espíritu fuera libre.
El movimiento del software libre ha tenido mucho éxito superando barreras que parecían imposibles. Éste es uno de esos momentos en que la realidad nos pide que volvamos a saltar tan alto que el récord quede debajo nuestra. Que lleguemos alto donde nadie ha llegado jamás. Cuanto más tiempo pasa sin que se aborden estos problemas, más se complica la solución.