Patentes, subvenciones, Apple, Samsung, y los tontos mirando el dedo

«La pregunta que debemos hacernos no es si Samsung “copió” a Apple o si Steve Jobs era un genio maravilloso que nos dió un teléfono que no nos merecemos, sino si dar a una empresa que está ganando dinero a patadas la capacidad de cerrar el mercado a sus competidores es una buena idea.»

Roger Senserrich, en Politikon

En el enlace anterior se explica claramente por qué las patentes (extensible a toda legislación sobre propiedad intelectual) son nocivas: «el estado transfiere dinero de los consumidores al inventor a base de protegerle de la competencia y permitir que mantenga altos los precios».

Pero no, el debate (qué digo debate, mejor la guerra de trincheras) se centra en lo banal: parece que la sentencia ha evaluado si Apple copió a Samsung o no, y hay quien se alegra de que se haya «defendido la innovación». Así, en nombre de la innovación justifican lo injustificable: la concesión del poder legítimo para expulsar a toda la competencia del mercado a una empresa que cuenta en sus arcas con más de 100.000 millones de dólares en metálico; esto es, una empresa que ha demostrado fehacientemente que no necesita ese poder de controlar el mercado para rentabilizar sus esfuerzos por innovar. Una empresa que no necesita protección estatal para innovar y ganar dinero, mucho dinero, innovando.

Y es que lo mire por donde lo mire no veo el lado positivo. No desde el punto de vista de la competencia, ni del usuario, ni del consumidor, pero tampoco del ciudadano que ve cómo el software libre es lo único que garantiza una sociedad libre. El éxito de las patentes de software son una malísima noticia.

Pero nada, los tontos se quedan mirando el dedo en lugar de contemplar el cielo y el debate es si pepito copió el diseño de menganito. Pos weno, pos fale, pos malegro, que decía el Maki. La discusión en torno a este asunto me recuerda (demasiado) a la existente en torno a la propiedad intelectual, la ley Sinde y las descargas. Siempre que se habla de la ley Sinde parece que las descargas sean el centro del debate, cuando la realidad es que si salvamos la neutralidad de la Red, pronto nadie hablará de las descargas y las verdaderas víctimas de la reciente legislación en materia de propiedad intelectual son las libertades: la libertad de informarme y comunicarme libremente pero, y esto es tremendamente importante siempre pero más aún en los tiempos que corren, la libertad para ganarme la vida libremente, tan sólo con mi ingenio, mi capacidad para producir ideas nuevas y mi trabajo diario.

Y la libertad de emprender y ganarnos la vida libremente es lo que más peligra debido a veredictos como el del caso Apple contra Samsung. ¿Tanto nos afecta una sentencia de California? Es de primero de derecho que… Sin duda, pero nos afecta: no sólo por la capacidad estadounidense de exportar políticas y «sugerir» leyes similares en otros estados, sino porque contemplar el mercado como un mercado dividido en países no tiene ya sentido. Y por eso emprender en el mundo móvil es hoy un poco más difícil que ayer. Lo veíamos venir hace un año y en enero vaticinamos que las patentes de software serían el gran asunto del año. Por desgracia, no nos equivocamos.

¿Les quedaba algo de inocencia? Muera la inocencia, retorne el capitalismo más tradicional y bruto. Den las gracias a la propiedad intelectual y a las patentes de software. Y si así lo desean, sigan mirando el dedo, así se evitarán ver cómo el cielo se cierra sobre nuestras cabezas.

Terms of Service-Didn’t Read, conociendo mejor qué permitimos a cada servicio

Terms of Service - Didn't Read

¿Cuántas veces han hecho click en eso de Marcando esta casilla afirma que ha leído y está de acuerdo con los términos de de uso del servicio sin antes haber leído las mencionadas condiciones de uso? Muchas, muchísimas. Sería más divertido preguntar cuántas veces la han marcado después de leerla :)

Y luego pasa lo que pasa: permisos infinitos y eternos para usar tus fotos, servicios que no borran tu perfil cuando lo «desactivas», webs que te inundan a publicidad, y toda una serie de malas artes a las que dimos cancha (en primer lugar) aceptando las condiciones de uso del servicio.

Terms of Service – Didn’t read es una iniciativa que apunta a paliar esta situación. Surgida tras una conversación entre hackers pro-privacidad en la CCC de Berlín del año pasado, el objetivo es vigilar los términos de uso de los diferentes servicios y evaluarlos siguiendo diferentes aspectos/parámetros. Obviamente, no es lo mismo que leer nosotros mismos el contrato que estamos aceptando, pero si confiamos en el grupo que participa en esa iniciativa y la mantiene al día, nos permite una doble función: de cara a servicios nuevos nos da la opción de saber cómo se comportan, y de cara a los que ya habíamos aceptado nos da una idea de cómo de grande es la desfachatez de los mismos.

A favor de los blogs: pero en nombre de una autonomía estable y no de un evento puntual

Parece que César Calderón ha lanzado una campaña en defensa de los blogs como vía para conquistar la libertad de expresión, y desde aquí nos parece buena idea apoyarla. Pero para apoyarla lo primero que se me ocurre es sugerir poner el foco no en los malvados medios que ahora tergiversan la verdad (los medios siempre han dado la visión que les ha convenido, y siempre la darán). Como el problema de los medios es inevitable, creo que es más importante asentar las bases de una campaña así no en la crítica de carácter puntual a un problema permanente, sino en la creación de espacios permanentes con los que contrarrestar el efecto de sistemas con defectos permanentes.

Espero que los adjetivos de la frase anterior sirvan para aclarar la debilidad que veo en la campaña lanzada por César y sus motivos: existe un desequilibrio evidente entre el problema detectado y la crítica enunciada. Los medios siempre van a tener un sesgo en el modo en que transmiten información, por eso conviene dejar de guiar nuestra vida por lo que digan (o dejen de decir). Lo que los blogs permiten es crear espacios permanentes de libertad, ¿por qué entonces poner el foco en una crítica puntual tipo «nos están colando esta crisis»? Lo que los blogs han de conseguir es crear espacios de discusión autónoma, no intermediada, que sólo así logre ser libre. Para igualar el peso de un defecto permanente con una solución de carácter permanente (al menos, no puntual), hay que poner el foco en la obtención de mayor libertad para las personas, y no la crítica facilona a un determinado medio. Adicionalmente, una red verdaderamente libre y autónoma conlleva un mejor reparto de poder, lo cual siempre es positivo.

Por volver a la propuesta de Calderón, hay algo en su discurso que da la sensación de necesitar un gran pulido. Ejemplos de hace una década, ajados ya y con algunos casos de ésos que los expertos en geopolítica tienen cada vez más claro que son un claro ejemplo de manual de «inducción estratégica» por parte de Estados Unidos y no el fruto de una revolución espontánea y ajena la poder. Como digo, el argumentario necesita una puesta al día.

Sin embargo, hay aspectos valiosos con los que no podría estar más de acuerdo: los blogs (los llamen así o no) son el camino hacia la creación de espacios verdaderamente libres. Es ahí donde coincido con César Calderón, no podemos entregar la conversación a plataformas privativas que son propiedad de terceras partes. Pero más aún coincido con el matiz que añade Gonzalo: si decidimos crear nuestro espacio, no podemos dejar que estas plataformas lo canibalicen.

Si han leído el enlace anterior, se estarán preguntando por qué están leyendo este post, cuando Gonzalo nos animaba a dejar un comentario en el blog de César. Están leyendo este post porque me ha resultado desolador leer cientos de «comentarios» que en el fondo eran retuits (ni siquiera tuits genuinos, porque ése es el nivel del activismo si no salimos de esos servicios y por eso hay que arrancarlos de raiz) enterrando con su ruido un par de comentarios interesantes. Así que me ha parecido que este comentario, estos matices, era aquí donde iba a tener su lugar.

Si quieres libertad para expresarte en la Red, un blog es una pieza clave. Pero si lo abres, no te lo dejes canibalizar por los mismos servicios que ya conoces y sabes que no sirven para estructurar un mensaje ni debatirlo. Recuerdo con agrado un post que escribí a petición de Antonio Cambronero, porque el tiempo se empeña en recordarnos cada cierto tiempo que era un post necesario y cada día más vigente. No se marchen sin leerlo: Por qué tener un blog propio es importante.

Bocados de Actualidad (152º)

Y ahí viene otra vez la sección fija menos fija de la blogosfera, los Bocados de actualidad, esa colección de enlaces que no tuve tiempo (o ganas) de comentar en mayor profundidad en el blog, pero aún vale la pena leer. La ronda centésima quincuagésima segunda llega al ritmo tranquilo (y tranquilizante) de Brad Mehldau y, sin más demora, ahí les dejo con los enlaces.

  • ¿Esconde (bueno, esconder, esconde poco) el Batman de Nolan un discurso conservador y reaccionario? Una muy buena lectura de Diego Faraone en Denme celuloide
  • Pseudópodo sigue desglosando libros este año, Complexity de Melanie Mitchell tiene muy buena pinta.
  • Gonzalo Martin, pereza europea y radicalidad de pensamiento.
  • ¿Se avecina un split en el desarrollo de HTML5? Las dos entidades que colaboraban para sacarlo adelante escenifican sus diferencias. En I Programmer.
  • ¿Por qué ignora Google la especificación RSS? se pregunta Dave Winer
  • Bianka Hajdu y otro más en la saga de «dejen de llamar «digital» a todo»: alfabetización, sin apellidos.
  • ¿Qué cantidad de datos acumula una operadora de telefonía sobre sus usuarios? Muchos, esta pequeña animación lo ilustra a la perfección. Zeit
  • Michel Godin y la fiebre de plataformas en la Red.
  • Derrotero y un mandamiento recomendable: No temerás al código.
  • Iván Fanego y una sobre Zynga y «juegos sociales».
  • Aprovecho para rescatar un post de un servidor en Ad Astra Errans: Mentiras, malditas mentiras y libros en papel.
  • ¿Cómo evolucionó la red ferroviaria europea entre 1870 y el año 2000? En los breves de Quién vigila al vigilante.
  • Un post muy comentado esta semana: El efecto halo, por Bianka Hajdu
  • Luis Rull sobre el coste de oportunidad de un autónomo (y de una pequeña empresa).

Aunque ya ven que para sacar bocados soy cada vez más irregular, les recuerdo que dejo muchos más enlaces en mis marcadores públicos, y que voy comentando ideas en formato breve en Ad Astra Errans.

Innovación en sistemas operativos

«Hi ha massa ànsies de protagonisme aquí on no toca. Us imagineu que la interfície del cotxe (volant, pedals i palanca de canvi) canviés cada sis mesos o cada any?»

Pere Quintana, en sólo cinco líneas, sobre una interesante cuestión abierta por Winer

La pregunta tiene miga: no soy (ni de lejos) uno de los mayores detractores de Unity y Gnome 3 (ya dije que las versiones recientes me parecen buenas), y no he usado Mountain Lion, pero reconozco que es una innovación más decorativa que funcional: el sistema ya funcionaba. El argumento de Pere me gusta, claro que todo debe estar sujeto a discusión y cambio y mejora, pero me temo que el objeto de muchos cambios recientes en Ubuntu ha sido colocar la «experiencia Ubuntu» sobre el interés del usuario, para que éste se vea obligado a vivirla, sin poder esquivarla. En ese sentido, Canonical se está comportando como un Apple cualquiera.

7

Con esto de que agosto es el nuevo septiembre y no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, estamos teniendo en estas fechas algunas de las semanas más atareadas de los últimos tiempos. Tanto es así que se me pasó comentar, por primera vez (creo) el aniversario de este blog, que el pasado lunes cumplió siete añitos.

Este último año ha sido un año tremendo: hace un año les saludábamos desde Sin Dial Radio en Buenos Aires, desde entonces muchos cambios. El más importante sin duda el de levantar persiana con Cartograf, un paso al frente que nos ha brindado muchas satisfacciones, algunas de las cuales hemos compartido en el blog (y también en el de Cartograf, claro).

Me queda la cosa de que este año, con unas 150 anotaciones en lo que va de año (a lo que habría que sumar los posts que tenemos en Ad Astra), es posiblemente el año que más lejos he estado del blog; o quizá tan sólo me lo parece porque estas últimas semanas sí que me ha faltado más tiempo para dedicarme a él, sobre el que tanto me gusta volver porque tanto me ayuda a aclarar ideas.

En todo caso, como soy consciente de que muchos estarán de descanso, no doy más la brasa. Espero, eso sí, el año próximo celebrar un nuevo cumpleaños bloguero, y que ustedes sigan estando ahí. Así que sólo eso: 7 años de Versvs.

Crypto.cat, chat online, cifrado y software libre

Cryptocat es el programa de chat definitivo: funciona en el navegador (pero también tiene versiones para móvil, al menos para Android), usa cifrado AES-256 de un extremo a otro, tiene estética de 8-bits, un gatito con los ojos grandes hace de icono protagonista… y es software libre.

Dice Nadim Kobeissi (joven de 21 años que ha desarrollado el software, que descubrimos via Threat Level) que lo hizo para «aunar sus dos grandes pasiones: la criptografía y los gatos». Por sus gustos los conocerán y esto es, señores, un auténtico hijo de su tiempo, un nativo digital en toda regla :D

En una línea mucho menos divertida, sus aficiones (me temo que mucho más el cifrado que los gatos) le han llevado a formar parte de esa lista de personas que cada vez que entran en Estados Unidos son sometidos aún a más preguntas de las normales. Habiendo terminado de leer Little Brother de Cory Doctorow recientemente (un libro muy recomendable del que prometo hablar en otro momento) que todo lo que le haya caído a este joven sean interrogatorios casi parece poco (cualquier día lo meten en una no-fly list y le joden la vida, quiero decir), pero que existan personas capaces de hacer desarrollos como éste y liberarlos me devuelve el optimismo y me demuestra que que si ellos tienen todas las preguntas, nosotros tendremos todas las respuestas.

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