Experimentando con la letra escarlata para quienes no reciclen

Eso es precisamente lo que están haciendo un grupo de estudiantes de Newcastle. Leemos en TreeHugger:

If all your friends and peers could see what you were chucking into the trash, would you recycle more? Early reports from a dormitory experiment at England’s Newcastle University suggest online «shaming» can be successful in increasing recycling rates, at least temporarily, but critics say the idea is too «Big Brother»-style for their tastes.

Four student households in the Newcastle residence halls have agreed to have sensor-triggered camera phones, or «BinCams,» attached to the lids of their trash cans. The cameras take a picture each time the bin is closed and upload a photograph of its contents to Facebook, where fellow students can play trash monitor — and take note of each others’ junk-food-eating habits.

En la BBC, fuente de la noticia, relatan:

Everything the students throw into their bin is caught on camera and automatically uploaded to Facebook as part of an environmental challenge.

Escarnio público, humillación y marcado frente a los demás. Y lo llaman reto medioambiental.

¿Reto medioambiental? No, más bien reto totalitario, como siempre en el ámbito de lo medioambiental, donde se piden cosas que han de ser forzosamente normativas y, por tanto, impuestas. Y contribuyendo, de camino a desarrollar más tolerancia frente al control.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.
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