Twitter, Jaiku y la tentación de hablar demasiado (y demasiado rápido)

Estos días pasados recibimos algunas recomendaciones y peticiones en nuestro buzón para tratar algunos temas. Las tengo todas anotadas pero el tiempo no sobra últimamente para bloguear. Intentaré atenderlas poco a poco (y aprovecho para invitar a que preguntéis/pidáis/recomendéis noticias y cuestiones, siempre es interesante esta retroalimentación). En esta ocasión vamos a hablar de Twitter y Jaiku, la (pen)última moda en la red.

Para esto la viñeta que justo colgué antes viene muy bien porque ilustra muy brevemente uno de los mayores problemas de privacidad actuales: Nuestra propia dejadez, la facilidad con la que soltamos información. Desde chats a blogs. pasando por miles de empresas por internet de las que nos fiamos no sabemos porqué (al panadero no le decimos nuestro nombre y a estas empresas les damos rápidamente nuestra visa).

Y aquí es donde llegamos hasta Twitter y Jaiku (¡no olvidéis que la anotación iba sobre ellos!). No voy a explicar en qué consiste porque ya lo ha hecho todo el mundo. Tan sólo señalo que el hecho de que sean microanotaciones de 140 caracteres (es algo que se puede escribir en apenas 30 segundos) incita a teclear-pulsarINTRO con celeridad. No lleva mucho tiempo actualizarlo (muchísimo menos que mantener un blog, por ejemplo; aunque su abuso cueste más tiempo a largo plazo) y parece divertido. En principio nada malo…

…pero si usas el mismo nombre supersecreto (o no tanto) que cualquiera usaría para buscar información sobre tí, quizá no sea tan difícil para ese alguien que no deba (o que tú no quieras) averiguar cuándo bostezas, cuándo te tomas un café, o cuándo estás con tu Nokia en el autobús con aquella otra chica… y decides actualizar tu twitter.

Quiero decir, Twitter y Jaiku no son intrínsecamente negativas (y aunque todos dicen que es inútil, otros ya parecen encontrarle aplicaciones). No pueden ser malas ni buenas por sí mismas, son herramientas (como la energía atómica, por poner un ejemplo disparatado pero correcto). El uso depende de nosotros. Eso sí, creo que con estos servicios es demasiado fácil contar nuestras pequeñas cosas cotidianas, creo que hacen demasiado fácil poner en internet incluso esas cosas que todos querrían ocultar (líos, cotilleos, pequeños asuntos de trabajo). En redes como Twitter en el que el canal RSS puede ser enviado por SMS directamente a tus suscriptores (¿por qué crees si no que son solo 140 caracteres?) si anotas algo y lo haces público podría ser tarde para rectificar. Al menos en un blog el proceso de redacción es suficientemente largo como para discriminar la mayoría de barbaridades que comenzamos a escribir (alguna se nos cuela :P). Sin embargo, bien usadas seguro que sirve para cosas positivas.

Así que ya sabéis, no puedo decir que esos dos juguetes sean malos (ciertamente no lo son y ya lo he dicho, son herramientas, nosotros decidimos cómo usarlas) pero invitaría a sus asiduos a pensar antes de enviartodo queda grabado en alguna parte, la conversación de usar y tirar ha muerto y el minado de datos funciona, y funciona bien… de hecho creo que un buen explorador puede hacer maravillas con Google y Yahoo!

Internet y nuestra vida privada

¿Compartiendo demasiada info?

Viernes con viñeta. Traduzo el texto con mi inglés barato. No es ortodoxo ni literal, pero creo que es correcto (corregidme si hay barbaridades).

Paso 1:
Crea un código privado

«¡Memorízalo inmediatamente!»

«¡No se lo digas a nadie!»

«¡No lo publiques!»

——

Paso 2:
Teclea tu código privado

——

Envié la talla de mi ropa interior al ciberespacio

——

Dí la fecha de expiración de mi VISA y mi domicialición bancaria a 9 empresas punto-com que ahora estarán en la ruina y quién-sabe-cómo-de-desesperadas

——

Le di mi contraseña a completos desconocidos en 20 tiendas online, vinculadas a otros 650 establecimientos de comercio electrónico.

——

Me uní a canales de chat y compartí allí problemas médicos, de amores y de alimentación con millones de personas usando mi nick secreto…

——

… el mismo nombre «secreto» que cualquier aficionado podría usar para acceder a un perfil completo de mis compras, gastos, alquileres de vídeo, viajes y hábitos de comida.

——

El nuevo sueño americano:
Quince minutos de anonimato.

«Tienes 9427 nuevos mensajes de correo»

Se nota que la viñeta es algo antigua por los demonios que cita pero (sobre todo) por los demonios que olvida. Aún así el que sea inocente que tire la primera piedra. Por otra parte, creo yo que esta situación se verá afectada inevitablemente por la costumbre cada vez mayor de utilizar internet y estas herramientas con cierta asiduidad. Esta influencia puede tomar dos rutas:

  1. Estar cada vez más habituados a la red nos ayuda a tomar conciencia de la importancia que tiene no compartir nuestras contraseñas y nuetras claves de acceso con otras personas. Esta consecuencia es buena.
  2. Por contra, el uso habitual de la red genera tolerancia hacia lo que supone «contactar» con desconocidos, dejar pequeños restos de información por aquí y por allá… Como es un acto común le restamos importancia. Esta consecuencia es muy mala y supongo que será más grave en las próximas (o nuevas) generaciones de niños.

Dentro de un tiempo, ¿cuál tendrá más peso y/o consecuencias más dramáticas? No puedo saberlo, pero de momento hagamos balance: Con nuestras fotos en flickr, nuestros vídeos en youtube, nuestras pequeñas anécdotas diarias en blog, nuestras lecturas preferidas al acceso de todos en bloglines, nuestra wishlist en amazon, nuestros favoritos en del.icio.us, … y un largo etcétera. ¿Hace falta continuar?

Por cierto, la viñeta es obra de Cathy Guisewite y está sacada de «Protect your digital privacy», un libro que recomiendo y del que ya he hablado antes: La privacidad no es un problema técnico.

Digg se subleva (pero sólo cuando no hay otra opción)

Y este titular habría que acompañarlo de una pregunta. ¿Digg es la comunidad? ¿Digg es el servidor? La respuesta es que Digg es un poco las dos cosas, pues una de sus facetas no podría existir o no tendría sentido, sin la otra (hay cientos de comunidades, todas tienen su nodo, si Digg se cerrase surgiría otra comunidad, pero no sería la comunidad de Digg).

Ahora bien, lo que ha sucedido este fin de semana (en el que yo estuve ausente) es llamativo. Sigamos el orden cronológico.

  1. Ayer se publicó en Digg la clave para descifrar DVD de alta definición (HD-DVD) en Linux y así poder reproducirlos en nuestro sistema operativo preferido.
  2. Un moderador la borra sin miramientos. En complimiento de la DCMA y para no desobeder a un llamamiento de «cease and desist» por parte de la industria del copyright norteamericana. Una demanda de ese tipo podría dejar la web noqueada de por vida, aseguran sus administradores (fuente).
  3. Como ya sabemos todos, blindar estas cosas es imposible: De inmediato decenas de envíos de distintos usuarios saturan la web, efecto potenciado porque la comunidad menea (permítanme que use el análogo español) la noticia.
  4. En un momento dado TODAS las noticias de la portada de Digg se referían a la susodicha clave, que evidentemente ahora está en mejores manos que nunca.
  5. Kevin Rose, fundador de Digg, anuncia en el blog oficial del sitio que no van a borrar más envíos con esa clave (fuente), que la comunidad siempre (salvo moderación inevitable en casos de pornografía o odio racial) ha tenido el control y que si la comunidad decide que tener el control es publicar la clave, así sea.

¿Qué opino de esto? Opino que es una buena noticia a cotro plazo, pero no soluciona el problema a largo plazo. Opino que es un síntoma, de todos modos, de que la inteligencia colectiva es superior (años desarrollando medidas antiprotección que son salteadas por chavales que ven en ello un reto). Opino que aunque Kevin Rose ahora se quiera colgar la medalla actuó al principio en contra de la comunidad (me ha recordado en extremo a Steve Jobs) y así lo habría seguido haciendo si ésta no lo hubiera derrotado. Entiendo, en cualquier caso, que es normal pensárselo dos veces antes de oponerse a los designios de la MPAA o la RIAA y, sobre todo, entiendo que rectificar es de sabios (pero le sobró colgarte la medalla).

Opino también que esta clave es pan para hoy y hambre para mañana. No sólo por el diseño auto-reparable del sistema de protección de HD-DVD que hace que se puedan invalidar ciertas claves y éstas puedan ser reemplazadas por otras, sino porque lo que hay que evitar es la carrera protección-antiprotección en los contenidos digitales. Estas medidas antiprotección son cada vez más complejas de ejecutar, requieren más conocimientos (informáticos, sobre todo) y poco a poco consiguen su objetivo de excluir de los contenidos a una gran parte de la población, que permanecerá excluida a menos que pase por caja.

Por ello mi gran consejo es que si hace 3 años los pixels que daba un DVD eran suficientes, ahora, querido amigo, siguen siendo suficientes. La mejora en resolución no vale el precio que nos piden (de renuncia a nuestros más derechos elementales, como lo es el derecho a compartir), no estoy dispuesto, ni espero que lo esté mucha gente, a comprar uno de estos reproductores (ni HD-DVD ni Blu-ray) en los que soy de antemano el principal perdedor (compro a precio de oro pero me dan chatarra, pongo la pasta y me dan un dispositivo capado del que no puedo hacer libre uso). Cada euro que gastas apoya algo, y tú, ¿sabes bien qué estás apoyando?

*** En español lo he visto comentado en varios sitios, el primero Marta en LPC, pero también vi la desternillante canción que enlazó Pontifex en El club del tetraedro y el análisis de Mariano en Denker uber.

Bocados de Actualidad (29º)

Vigésimo novena entrega de los Bocados de Actualidad, una colección de anotaciones y noticias que no he llegado a comentar.

  • Retiario y ¡ojalá los libros fueran coches!
  • Más sobre libros, La Petite Claudine nos avisa que el día del libro ya no es el día del libro: Es el día del libro y del derecho de autor. ¿Sabían que la UNESCO lo ha cambiado a traición y con alevosía, sin avisar? Como los cerdos cambiaban las 7 reglas pintadas en la pared en «Rebelión en la granja». Indignante.
  • Carlos hizo en Lodemenos un review del OLPC, el sistema operativo del portátil de los 100$ destinado a niños de países pobres.
  • En Baquía se quejan de la desorganización de Renfe, no les falta razón: además de ser más caros que el avión resulta que las colas para sacar el billete equivalen a las colas para pasar los arcos magnéticos (de mierda). ¿Dónde están las ventajas? Yo no las veo…
  • Kriptopolis se ha arrancado con un tutorial para TrueCrypt. Si no lo conoces o lo conoces pero no lo usas (yoooo) deberías echarle un ojo. Creo que será interesante.
  • Microsiervos y el mapa mundial de internet. Es duro si lo miras bien, la brecha digital salta a la vista, cruel.

La primavera y el buen tiempo han vuelto. Podéis buscarme en el océano (o donde os dé la gana, para ser honestos), pero no en el teclado.

La SGAE cabalga de nuevo: esta vez ataca a «A las barricadas»

La SGAE vuelve a la carga, después de haber atacado a la Frikipedia, después de amenazar a Merodeando, después de usar técnicas de bullying (o eso diríamos si en lugar de comportarse como Al Capone se comportaran como el niño malo del cole; si encontráis una palabra mejor podéis usarla) para obligar a la renuncia de varios sitios dedicados a colgar eLinks, que cerraron sin siquiera presión judicial. Ahora le toca al foro de contra información A las barricadas, que ha sido demandado por SGAE.

En un estado servil y mamón en el que el estado confecciona una ley al gusto de una empresa privada, la cual tiene derecho a reunirse con los ministerios de cultura e industria para marcar las directrices del proyecto de ley cuando los ciudadanos (en los que supuestamente reside el poder) ni siquiera fuimos invitados a la reunión, pues en un estado servil y mamón (volviendo al hilo) como éste resulta que nada nos asegura que nuestras opiniones realmente estén siendo expresadas en libertad. Pero no sólo eso, nada nos asegura que no nos obliguen a ser responsables de las opiniones de otros. Y es que demandan a A las barricadas por «un comentario ofensivo contra Ramoncín» (disculpen que no me sepa ni me quiera saber el nombre de tan selecto personaje).

El comentario a mí tampoco me parece lo más educado del mundo (habría que ver si eso que llaman injurias es simplemente la descripción de la realidad, pero no soy juez y no conozco a este señor), pero ese no es el tema. el tema es que denuncian al administrador de un foro en lugar de al visitante que vierte su opinión. ¿Por qué? Porque cazar visitantes a cañonazos es difícil, pero meter miedo a los webmasters para que nadie se quiera atrever a tener un sitio web y de ese modo eliminar toda comunicación (por la simple eliminación de la vía) es mucho más fácil.

Quieren meternos miedo, quieren que nadie tenga su propia ventana de opinión al mundo. Quieren la censura y la están exigiendo sin tapujos. Hay que salir a la calle, hay que protestar ya contra la dictadura del copyright. En 20 o 30 años el mundo que conocemos podría desmoronarse, y eso sucederá sin duda si nos limitamos a observar pasivamente.

Por cierto que me pregunto si no podría yo denunciar a la SGAE por injurias e infamias, cada vez que pongo mis DVDs originales (teniendo la sana convicción de que hacer eso es legal) me llaman ladrón, cada vez que voy al cine me llaman ladrón, cada vez que compro CDs vírgenes me llaman ladrón. Cada vez que paso música a mi hermano me llaman ladrón. Pensándolo bien me siento injuriado y esto es una falta contra mi honor, ya que como ciudadano no tengo antecedentes delictivos y nada hace pensar que mi día a día sea un robar constante. Ahí está el que fuera abanderado del punk español, la rebeldía en persona: el rey del pollo frito, intentando presidir la SGAE a toda costa. ¡Si es que no somos nada!

Falta de tiempo + Ombliguismo

No tengo mucho tiempo. Así que me voy a mirar el ombligo un poco y a soltaros un pequeño apunte fuera de tema. He descubierto que si buscas Google History en Google aparezco el número 4 entre unos 250.000.000 (doscientos cincuenta millones) de resultados. Lo he descubierto mirando mis logs de referidos.

Aparece la anotación que escribí sobre google history y que titulé Google history, el retorno del spyware y la privacidad cada vez más al carajo

Jurisprudencia blogger

«Literalmente, un blogger español no tiene ninguna línea jurisprudencial, ley, instrucción, reglamento o conjunto de normas que le permita saber que sus opiniones, presuntamente emitidas en libertad, no le van a acarrear consecuencias jurídicas desfavorables. Recordad la Frikipedia

Ender en Halón Disparado (¿os conté que ese blog cada vez me gusta más?)

Buenos días, queridos lectores (y visitantes casuales :P).

Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad