La plataforma contra el canon por copia privada ha reunido un millón y medio de firmas. Es una realidad que no escapa a muchos de nuestros políticos, estamos hartos de robos a manos armada, estamos hartos de insultos y de miserables.
Eso ha llevado a que en un acto de ficción (o cinismo, elijan la palabra que prefieran), Mariano Rajoy, candidato Popular a las próximas elecciones legislativas (que no presidenciales…) esté dando vueltas al asunto del canon: En septiembre prometió un plan que acabaría con el canon y abarataría el ADSL (Internautas), y hace un par de días volvió sobre el tema para decir que van a modificar el canon en la próxima LISI, citando al diario ADN.
«Yo creo que el canon digital pone bajo sospecha a todo el mundo, y éste es un asunto en que, sin perjuicio de que haya que conservar la propiedad intelectual, lo vamos a modificar»
De acuerdo… la primera declaración parece pura mentira, y la segunda podría ser verdad. Lo que sucede es que podría ser verdad en un sentido radicalmente opuesto a lo que todos pensamos y queremos. Me da la impresión de que todo el mundo piensa «Rajoy miente» y no se dan cuenta que Rajoy dice algo que ya dijo en 2005 muy en serio, mientras se redactaba el (por aquel entonces aún) proyecto de reforma de la LPI. En su día ya nos hicimos eco en este blog: En 2005 el PP proponía eliminar el derecho a copia privada en la futura LPI.
Y. ¿cómo afectaría esta eliminación de la copia privada al canon digital? Pues evidentemente cobrar un canon por copia privada en un supuesto legal donde esa copia privada no está contemplada sería ilegal, de modo que el canon desaparecería. Pero lo haría no en el sentido que la lógica y todos nosotros pedimos y deseamos: si la vía para eliminar el canon pasa por no permitir la copia privada, es mucho mejor quedarnos con el canon. Además, una posible eliminación del derecho a copia privada desembocaría en una legalización de facto de los sistemas de gestión de restricciones digitales para impedir que tal acto ilegal tenga lugar.
Tras ver lo firme que este partido político se muestra respecto de las mentiras vertidas sobre otros asuntos, que ahora juran (perjuran, de hecho) no haber dicho nunca, confiar en que hayan modificado tan sólo un ápice su postura respecto de un asunto tan importante como es el de la restricción de copia y la propiedad intelectual.