Bocados de Actualidad (62º)

Con un poco de retraso, pero aquí están ya la sexagésimo segunda ronda de Bocados de Actualidad. La música del lunes a cargo de Mark Lanegan, para irnos despertando poco a poco. Los bocados:

  • Bufet Almeida analiza la posibilidad de tener Wifi común en una comunidad de vecinos, y también dedicó un rato a hablar de los sms comprometedores.
  • RinzeWind escribe una carta al ministerio de exteriores para quejarse del pánico innecesario al que someten a los que leen su página web. Haz que sientan miedo.
  • Bruce Schneier habla de nuestros datos: quién controla nuestros datos controla nuestras vidas.
  • Muchos hablaron una vez más de las espías utilizando teléfono móvil, me gustó el comentario de Vallesin.
  • Casciari y los nuevos 10 mandamientos antipiratería. También había hablado de filantropía.
  • Pere Tufet y el robo de tonterias.com por culpa de un fallo en GMail (ojo, este problema es grave, se descubrió hace ya meses y Google lo ha dejado sin parchear). La historia sigue en el aire, esperemos que acabe bien.
  • Uberbin avisa sobre los peligros del software de análisis automático de vídeo.
  • Engadget y iPhones reparados que son enviados a nuevos dueños con los datos del propietario original.
  • The Big Bang Blog y la carencia de medios (y las deficiencias del sistema) en la investigación.
  • Todo Energías y una nueva campaña contra las bolsas de plástico.
  • GigaOM y cinco cacharros que traicionan tu privacidad.
  • Para encarar un lunes que se presenta duro un enlace ocioso, Alkar se ha curradoun glosario de tipos de hechiceros absolutamente fantástico.

Sean buenos y trabajen, un poco al menos ;)

*** Actualizado para arreglar una errata en el nombre de Pere y un matiz en su historia, que aún no está solucionada.

Reino Unido quiere monitorizar las llamadas de teléfono y los emails

Lo dije hace un par de días en los miniposts, pero creo que pasó desapercibido: El Reino Unido quiere monitorizar todas las llamadas de teléfono y todos los emails que se envíen. Ambiciones orwellianas para un tiempo en que los sistemas no centralizados parecen más amenazantes, aunque no me resulta fácil pensar que ninguno de los dos son bienvenidos.

¿China? Lo de los chinos es un juego de niños. Gordon Brown, que durante años fue delfín de Blair y está siguiendo (aún con más dureza) la línea trazada por este, quiere centralizar toda esa información en una base de datos gigantesca bajo control del estado. A mí la idea no me gusta nada y, mucho cuidado, porque en este caso no servirían las contramedidas tecnológicas: si el gobierno te obliga a darle las claves de cifrado y te niegas no dudarían en acusarte de terrorista o, peor aún, de hacker.

Vuelvo sobre el tema porque dos días después de aparecer en TheInquirer, el tema parece haber llegado a los MassMedia (BBC, Guardian). Por supuesto, esto no tiene nada que ver con ningún plan de control, lo hacen por la lucha antiterrorista.

*** Relacionado:

  • Tengo un canal de miniposts donde comento muy brevemente ideas y noticias que no tengo tiempo de comentar o que no dan para un post. Podéis suscribiros al feed de miniposts y de hecho os lo recomiendo si ya estáis suscritos a este blog, pues la línea es la misma. Además, ¡qué carajo!, son posts cortitos y si deja de actualizarse tampoco ocupa lugar. Todo son ventajas llévenselo calentitos que me quedan pocos, ¡ay! Feeds baratos.

Democracia, libre mercado y las oportunidades perdidas de la falsa globalización

El concepto de globalización ha sido tan mal utilizado que ya nadie se lo toma en serio. El problema es que la mercadotecnia de los cerebros neoliberales ha funcionado a la maravilla y asimilamos la globalización, un proceso que no ha tenido lugar y potencialmente beneficioso, a la globalización neoliberal, esta falsa globalización que nos han construido a base de membranas semipermeables -llamadas fronteras- a través de las cuales el dinero y los productos pueden circular por todo el mundo pero no sucede así con las personas.

El principal objetivo de este entramado semipermeable es generar escasez. Ese sistema garantiza que se podrán producir productos allí donde hay un exceso de mano de obra (lo que permite bajar los sueldos) y vender allí donde haya escasez de producto (lo que permite subir los precios). Es así con productos tan variopintos como el arroz, la ropa o el iPhone. El férreo control fronterizo es el baluarte que mantiene el pie el sistema de explotación que maximiza los beneficios para una mínima élite de beneficiarios. Al fin y al cabo, en Yakarta hay niños pequeños capaces de fabricar ordenadores, aunque nunca podrán usarlos. Todo una muestra de lo que este sistema es capaz de conseguir.

La excusa para la implantación de este sistema tan altamente injusto es que el libre mercado no sólo traería riqueza sino que la apertura de las economías haría que los regímenes autoritarios de diversas partes del mundo se vieran obligados a abrirse a la democracia. El ejemplo típico es que el libre mercado tumbaría al comunismo en países como China y ayudaría a implantar la democracia. Lo primero se mostró cierto: China ya es una economía capitalista; lo segundo era un argumento falaz y, consecuentemente, no se cumplió nunca. El principal problema es que con el fin de estas políticas de libre mercado no era implantar democracias, sino liberalizar mercados. Por tanto, una vez la oligarquía de la China dictatorial permitió hacer negocios, ningún gobierno occidental exigió reformas democráticas. Ni ninguna empresa.

Por contra, no es sólo que la promesa del libre mercado como portador de nuevas democracias se demostrara falaz, es que lo contrario parece una tendencia al alza: las democracias se debilitan para proteger el libre mercado. Para proteger ese sistema injusto se endurecen los controles fronterizos, para cazar y expulsar inmigrantes se endurecen las leyes contra los inmigrantes sin papeles. El fin del anonimato en la telefonía móvil impuesto por la retención de datos avanza en ese sentido. La nueva directiva de la vergüenza también. La privatización de las empresas estratégicas (energéticas y transportes) suponen el paso desde el control público al de una pequeña oligarquía de una buena parte de la infraestructura social y sitúa al ciudadano un eslabón más lejos de aquellos sobre los que tiene que ejercer el poder, un eslabón insalvable que lo aleja definitivamente del mismo.

Podría pensarse que el fracaso de la globalización neoliberal por implantar o fortalecer la democracia en las potencias emergentes como China o India no tiene a medio plazo ninguna consecuencia para occidente. Pero sí la tiene. La mayoría de expertos coincide en que esas potencias podrían estar dominando el mundo en apentas treinta o cuarenta años. Treinta años en los que con la excusa de la seguridad y la lucha contra un enemigo disperso al que nadie puede ver los derechos y libertades en occidente corren el riesgo de ser muy debilitados (si no eliminados). En ese contexto, la salvación podría venir de fuera: de unas potencias gobernadas democráticas por personas que sientan que, en algún momento, adquirieron una deuda con todos esos ciudadanos europeos y norteamericanos.

Pero para que esa hipotética ayuda pudiera llegar es necesario crear esos vínculos, es necesario crear esa deuda que sólo será adquirida si occidente lucha por implantar y efectivamente implanta democracias en esas regiones del mundo sobre las que aún tiene influencia. Si el capitalismo autoritario que ha llevado a cabo esta falsa globalización logra mantenerse y consigue implantar la sociedad de control en Europa, la ayuda política sólo podrá venir desde un régimen externo educado en una auténtica cultura democrática.

Desoyendo sus obligaciones para con los ciudadanos oprimidos en regímenes dictatoriales, Europa no sólo está negando la ayuda a aquellos que la necesitan sino que está borrando toda opción de esa ayuda que bien podría necesitar en las décadas por venir. Para dejar de perder el tiempo y recuperar las ocasiones perdidas Europa debe dejar de endurecer las leyes antiinmigración y presionar con sanciones a las dictaduras con las que mantiene relaciones comerciales. No sólo por solidaridad, sino por pura previsión. Si alguna vez llegamos a necesitarlo, será genial contar con la presión de ciudadanos de otras partes del mundo capaces de obligar a sus gobiernos a devolverles la moneda a un hipotético régimen autoritario europeo. Una verdadera globalización que supere la despótica red de libre comercio neoliberal para ir mucho más allá y construir un entorno mucho más libre, uno en el que las personas también puedan viajar a cualquier parte con mayor libertad y en la que los estados no tengan un poder tan desmedido sobre los ciudadanos, que recuperen ese nombre alejándose del control que quieren imponer, haría bastante en favor de este objetivo.

Los ciudadanos europeos ven como las libertades se reducen en europa (vigilancia, excesivos poderes policiales en asuntos como la «lucha antiterrorista» y la «inmigración ilegal»). El telégrafo forzó la política de bloques del s. XX y las telecomunicaciones digitales en tiempo real acabarán forzando un mundo globalizado socialmente. La naturaleza de ese mundo está por decidir y los ciudadanos europeos pierden su ocasión de influir en ese rumbo aún por tomar al no obligar a sus gobiernos a promover verdaderas democracias en países en desarrollo y potencias emergentes. El totalitarismo rampante en occidente es una muestra de esa laxitud ciudadana, sumergida en la lucha constante que esas potencias emergentes llevan a cabo para imponer a occidente su propia forma de entender la política (autoritaria). Por supuesto, aún puede ser combatido desde dentro y desde fuera de Europa. Pero los ciudadanos europeos entierran sus posibilidades al rechazar la solidaridad que podrían estar ofreciendo a otros ciudadanos oprimidos del mundo.

Más vigilantes privados que policias públicos

En la provincia de Málaga hay casi tantos guadias de seguridad como policias del estado. Hay más de 4400 seguratas, mientras que la cifra de policias nacionales + guardia civil supera levemente los 4500 (20minutos).

¿Los motivos del aumento indiscriminado de guardias de seguridad privados?

  • Construcción. Ya… cada obra cuenta con vigilantes. Otra hermosa consecuencia del ladrillazo.
  • Percepción de inseguridad. Así, sin más.

No se meten más en el asunto, pero está claro que la política del miedo y la espectacularización de los telediarios (convertidos en una enumeración de sucesos trágicos) tiene mucho que ver. La exageración que, con fines espurios, se hace de la amenaza terrorista (que reciben una importante porción de esa espectacular tarta-telediario) no sólo es una victoria para aquellos que nos amenazan de verdad, sino que parece tener luego consecuencias como ésta.

Porque supongo yo que alguien estará contento con esto, pero a mí de verdad me plantea serias dudas: ¿por qué hay casi tantos agentes privados como públicos? ¿No es la seguridad estratégica? ¿Por qué los controles de aeropuertos son supervisados por agentes de una conocida agencia privada de seguridad? ¿Acaso no nos dicen que son controles importantísimos y sensibles, causas de inseguridad nacional? ¿Por qué la guardia civil está ahí a la sombra, en tercer plano, y sólo acude si hay un incidente o se la requiere?

Está claro que elegir aquí es difícil, como casi todo el mundo yo tampoco disfruto mucho con la creciente presencia de policía en los lugares públicos. Pero si malo es que el estado lo llene todo de policías, no más tranquilizador es que todo se llene de agentes privados.

Holanda sin voto electrónico

Holanda prohíbe el voto electrónico de sus elecciones futuras porque no se fía de las máquinas. Normal, fueron crackeadas en directo. De hecho, esta decisión es la conclusión de una larga discusión que ya les llevó hace un tiempo a retirar todas las máquinas de voto electrónico, de forma preventiva. Se ve que simplemente, han decidido que no son seguras y que mejor no volverlas a poner.

Como otros países de nuestro entorno político que se tiraron al barro demasiado pronto, están dando pasitos atrás en estos temas. Aquí, donde no hemos aún pasado el doloroso trance del voto electrónico, los vendedores de humo lanzan sus globos sonda de vez en cuando. Para el momento en que realmente den el paso al frente, esperemos que no intenten negarnos las evidencias acumuladas y que por una vez en la vida seamos capaces de escarmentar en cabeza ajena.

Google Health está con nosotros

Ya está con nosotros Google Health, nos lo explica Cyberfrancis en Genbeta.

Google no se conforma con saber qué webs visitamos, quiénes son nuestros amigos, en qué gastamos nuestro dinero y todo lo que ya sabe. Ahora quiere saber qué te duele; y qué te dolió ayer, para poder saber -al final- qué te dolerá mañana, que es lo que realmente mueve dinero.

Está claro que en un tiempo donde hasta Mozilla (organización que se rige bajo supuestos de no lucro) pretende saber más cosas sobre sus usuarios, lo de Google no es ninguna sorpresa.

La verdadera pregunta es: ¿se lo vas a permitir? No creo que sea prudente pero, en cualquier caso, volveré sobre el tema con algo más de tiempo.

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