Leemos en EurActiv:
After 40 years, one of the longest negotiations in the trading blocs history, the European Union yesterday (19 February) formally signed on a new unitary patent for 24 participating member states.
The current system made patent registration up to 60 times more expensive in Europe than in China and will now be binned in favour of a one-size-fits-all pan-European process.
Los estados italiano y español se negaron a firmar en virtud de la tradicional reclamación sobre las lenguas en que habrá que solicitar las patentes (alemán, inglés y francés, pero no italiano ni español), mientras que el búlgaro ha pedido tiempo.
Con este acuerdo, la oficina única de patentes de ámbito europeo culmina su lento pero inevitable avance. No olvidemos que el pasado diciembre el europarlamento finalmente aprobó esta patente europea, cediendo ante una comisión europea aquejada del síndrome de la gestapo que entiende que «»no» significa pregúntame de nuevo hasta que responda que sí». Vamos, que en cuanto algunos ministros hagan cola y firmen sin salirse del recuadro, tendremos patente europea hasta en la sopa.
No sé si esta oficina conseguirá abaratar el coste de patentar cosas, que es su objetivo declarado, pero me pregunto si ese fin es deseable. ¿Más patentes? ¿Más monopolios sobre cualquier chorrada que impidan a los demás ganarse la vida? Es cuestión de tiempo que esta oficina de patentes continúe machacando hasta que las patentes de software también sean legales en Europa. El europarlamento las lleva rechazando desde 2005 y eso no ha sido nunca un problema para que vuelvan a intentarlo de nuevo. Y cuando las aprueben, serán otra losa más.
Y, por supuesto, les ha llevado cuarenta años montarla. No quiero ni pensar lo que hará falta para que den marcha atrás, pero no parece éste un paso ni probable ni sencillo.