Análisis de tráfico web, otro monopolio de Google

GoogleReconozco que estos días estoy hablando bastante de Google, otrora buscador hoy omnipresente donde quiera que pises. No es sólo que siga pensando que la red corre el peligro de perderse en la nube de sus servidores, es que siguen aflorando monopolios consecuencias de movimientos que hizo hace ya 2 o 3 años, y eso me hace pensar que todos sus últimos movimientos pudieran acabar igual, haciendo que mis temores no sean tan descabellados.

Google tiene un monopolio sobre los sistemas de monitorización de tráfico web. No es sólo que el viejo Netstat o Sitemeter den una información mucho más pobre, la adquisición de Urchin por parte de Google hace unos años desembocó en al aparición de Google Analytics -que en su día aplaudimos– y en un maremoto que arrasó a los pequeños competidores de ese sector; lo mismo que GMail arrasó a los pequeños proveedores de webmail y si hace 5 años había decenas de opciones para crear una cuenta (aunque fuera de aquellas de buzón pequeño) ahora sólo quedan 3 (pronto 2). Todos perdonamos que abriera el correo a cambio de aquel buzón y aquella interfaz cargada de ajax.

La versión 5 de Urchin costaba 800 dólares y la nueva versión costará 3000; casi un 400% más cara, lo cuenta David de Ugarte. ¿Por qué este abuso de repente? Porque Google sabe que ahora el que quiera usar un buen gestor de tráfico no tendrá más remedio que usar su Urchin. Puedes usar la versión gratuita y darle toda tu información de tráfico a Google o pasar por caja para no compartir tus datos. El precio de tus datos es de 3000 dólares, ¿tú decides? No. Los teóricos dirán que sí, que es elección tuya, en la práctica no hay elección: hay que tener un negocio muy gordo para pagar 3000 dólares; el resto de pequeños negocios (de los particulares no hablo, porque nadie se habría gastado 800 dólares para uso particular) que no podrán ni querrán hacer tamaño desembolso, ya puede ir rindiendo pleitesía (en forma de privacidad empresarial) a Google.

Contra Microsoft vivíamos mejor.

Universidad del Terror

Parece que la mercantilización de la lucha contra el terror sigue su curso. Si en Londres la sociedad bajo vigilancia avanza a ritmos agigantados, en EE.UU. lo último es potenciar los estudios superiores de Experto en seguridad nacional. Más de 200 facultades han creado estas titulaciones de Licenciado en Seguridad Nacional desde el 11-S, y otros tantos (unos 150) han creado titulaciones de Gestión de Emergencias. Lo leemos en Slate (via Schneier).

El gobierno estadounidense fomenta la creación de estas titulaciones y el mensaje está claro: creadlas que la gente se matriculará. Hay todo un mercado en expansión, pura continuación de la ley que prometía más subvenciones e inversión pública a las ciudades que demostraran sufrir un mayor riesgo de ataque terrorista. Esto solamente significa una cosa: se acerca una subida de tensión en la política del miedo. Y siguiendo el manual de esta política del miedo: aquellos con los miedos más grandes, serán los más poderosos.

Hay todo un sector en expansión, una pirámide de gente (y favores) medrando a costa de la política del miedo y sus consecuencias: una cultura de institucionalizar el terror y aprovecharlo económica y políticamente, para ayudarnos a desarrollar tolerancia a este modo de vida y a esta política de dominación. Como sucede con todas las pirámides económicas que dependen de un determinado factor, cuanto más crezca la pirámide de gente que vivan a costa del terror más difícil será deterer estas políticas (aún cuando estas políticas son precisamente lo que los terroristas desearían que se impusiera sobre nuestra sociedad).

Si no entienden de qué les hablo, revisen lo que ha sucedido aquí con la vivienda: millones de personas dependiendo del negocio, tanto que era más fácil huir hacia adelante invirtiendo más y más que cambiar el sistema económico e invertir en ámbitos sostenibles. En estos momentos, éste es sin duda alguna un problema al alza. Primero la ciudad más amenazada recibe más dinero. Ahora la Universidad que cree una titulación de este tipo encontrará una fuente de ingresos allí donde no había nada. ¿Se opondrán a estos mensajes del miedo dichas universidades? Veladamente, como mucho, porque si les están garantizando un buen montón de ingresos no se atreverán a levantar la voz.

Conviene recordar que cuando uno educa martillos, todo lo que esos martillos verán será clavos, y todo lo que vean lo tratarán como tratarían a un clavo (que es lo que fueron enseñados a tratar). Y en un país donde los derechos se erosionan con la excusa del terrorismo, lo último que se necesita son expertos titulados universitarios especializados en buscar terroristas y únicamente terroristas.

El p4p y la neutralidad de la red

Cada vez que me prometen que, con la misma infraestructura, se conseguirá una internet mucho más rápida me echo a temblar. Pienso que un rediseño de la red podría dañar seriamente su carácter distribuido, libre y, en definitiva, lo que la hace grande. Con el p4p no fue una excepción, pero no me paré a buscar dónde podría estar la trampa. Antonio Ortiz nos lo explica: el p4p funciona optimizando conexiones entre usuarios geográficamente cercanos, si Telefónica puede priorizar sus conexiones toda la neutralidad de la red se va al carajo. ¿Cómo garantizamos que no bloquean otras conexiones por otros motivos? Con el p4p tendrían excusa legal.

¿Cuánto pagarías por la libertad?

«Google ofrece subsidiar nuestra infraestructura web aún más de lo que ya lo está haciendo con Gmail, Blogger and iGoogle gadgets. Así, si escogemos albergar nuestros propios servicios tenemos que pagar por la flexibilidad y el control que eso nos da, así como tendremos que tratar con los problemas de escalabilidad y seguridad que Google cuidaría por nosotros. En este contexto, ¿Cuánto pagarías por esa libertad?»

– Tim Anderson, Reg Developer

Más voces matizan los peligros subyacentes en el Google App Engine si Google consigue su propósito y una buena porción del mercado con su nuevo servicio. Me llama la atención que ponga el acento en el hecho de que Google se ofrece a ser el dueño y señor de toda la infraestructura de la red. En unos años, podría no ser tan increíble.

[Nota: las negritas en la cita son mías]

¿Cuánto vale tu privacidad? Las aseguradoras y el mercado para limones

¿Cuánto vale tu privacidad? Esta pregunta no es baladí. Mapfre ha puesto precio a la privacidad de sus asegurados: exactamente la valoran en (como máximo) el 60% del precio de la póliza del seguro del coche, a cambio de estar vigilados siempre que te metas en el coche (20minutos).

Por supuesto, el que se crea que aceptando estas condiciones va a ahorrar dinero es que no tiene ni idea de cómo funciona el mercado de las aseguradoras, un sistema de información asimétrica cuya descripción en 1970 le valió a George Akerlof años más tarde (en 2001) el premio Nobel de economía.

La teoría de George Akerlof se conoce también como la teoría del mercado para limones y funciona así: la compañía recopila sobre las personas tanta información como pueden, para poder catalogarlas acertadamente como casos de alto riesgo (limones) o de bajo riesgo (melocotones). Si resulta que eres un caso de alto riesgo lo tienes crudo, no te va a asegurar ni cristo.

La mejor situación para los asegurados es aquella en la que la aseguradora no puede determinar si eres de alto riesgo o de bajo riesgo (podrías ser de bajo riesgo para un seguro de coches, porque conduces reposadamente, pero de alto riesgo para un seguro médico, porque tienes asma desde que naciste; te conviene por tanto que la compañía no conozca ni tus virtudes ni tus defectos). Pues Mapfre quiere conocer mejor a sus clientes, para discriminarlos mejor, y sólo ofrece (y sólo a los buenos, porque a los otros no les renovarán cuando concluya la póliza) un máximo del 60% de la cuota. Y encima te vigilarán, mediante GPS, todas y cada una de las veces que te subas al coche.

¿Cuánto vale tu privacidad?

*** Bola extra: lo preocupante del mercado de limones es que los estados quieren aplicar este mismo criterio, cuando dicen que los obesos deben pagar más impuestos o que tal o cual perfil de ciudadano debe pagar más sanidad, están aplicando exactamente los mismos principios. Manda cojones que esos estados estén sostenidos con nuestros impuestos, ¿no creen?

Bocados de Actualidad (57º)

Con algo de retraso respecto a lo habitual aquí tenemos la quincuagésimo séptima ronda de los Bocados, a ritmo de Vetusta Morla.

Algunas lecturas interesantes para un lunes laboral.

Buenas noticias aeroportuarias

Los autores de El estado secreto y los ciudadanos transparentes podrían estar a punto de recibir una bofetada a su plan de estado de excepcion permanente, algo ya común en todos nuestros aeropuertos.

Lo leemos en El Periodico de Cataluña: los duros controles aeroportuarios están a un paso de su anulación.

Hace unos años, un pasajero al que obligaron a desembarcar por llevar dos poderosísimas raquetas de tenis (de esas que matan a miles de personas) inició un litigio que ahora toca a su resolución. Lo cuenta Arnau y son buenas noticias, aunque aún estén por confirmar y quepa la posibilidad de que quede en nada.

La abogada general del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea ha presentado sus conclusiones al respecto de este caso:

El conjunto de medidas de seguridad son jurídicamente inválidas y debido a su carácter secreto deberían ser declaradas inexistentes.

Según la abogada, el artículo 254 del Tratado de la CE dice que el deber de publicar los reglamentos es inequívoco y no admite excepciones, que un anexo es una parte integrante de un acto legislativo y que por tanto, se están eludiendo de forma persistente e intencionada los requisitos de publicación, con lo que los ciudadanos no podemos saber los efectos de dicho reglamento al no conocer el anexo.

Las negritas son mías. Por supuesto, podría darse el caso de que nada cambie, de que cambie temporalmente para que se vuelvan a introducir medidas similares. Pero, por favor, permítanme soñar. La respuesta habrá de esperar todavía en torno a un mes.

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