El actual debate en torno a la aprobación de las enmiendas torpedo incluidas en el «paquete telecom» y la ley Hadopi me recuerda cada vez más al sufrido durante la aprobación de la Ley para el impulso de la sociedad de la información (LISI).
Parecidos
- En que ambas propuestas legislativas menoscaban nuestra libertad.
- En que ambas son anti-populares, pues atacan directamente al pueblo.
- En que ambas leyes están siendo polémica por la sucesiva inclusión/eliminación de artículos que con su aparición/eliminación hacen de la ley algo mucho más peligroso. En la LISI fue el famoso artículo 17 bis. Aquí es la enmienda 138 (ahora llamada 46). Esta enmienda fue eliminada hace unos días y hoy ha vuelto a ser incluida.
- La LISI fue aprobada y el Paquete Telecom tiene ya todos los visos de ser aprobado. Malas noticias.
El nuevo texto del paquete telecom ha sido aprobado, y parece que ya nada impedirá que se apruebe. Aunque la inclusión de la enmienda 138/46 no va a obligar a los ejecutivos estatales a aprobar leyes que obliguen a la cooperación entre los ISP y las gestoras de derechos, el texto resultante no prohíbe estos acuerdos y abre la puerta a la aprobación de estas medidas por los diferentes estados miembros.
De esta forma, leyes como la de Sarkozy en Francia (que crea una «autoridad competente», HADOPI, fuera del control judicial) no parecen estar en peligro. No darán su brazo a torcer tan fácilmente.
Así mismo, está por ver que el ejecutivo español presidido por Zapatero no se saque de la manga un decretazo que nos deje temblando y que incendie los ánimos de la población, como vaticinan en El País.
Ninguna opción que contemple que acabemos jodidos debe ser descartada, pues ninguna parece verdaderamente sorprendente: estamos solos y el Estado, claro está, no nos representa.
Por favor, si alguien cree que he entendido mal la nota de La quadrature du net que me avise. Si el debate es la obligación de introducir los cortes o el dejarlo en la mano de los estados miembros, está claro que ya hemos perdido. Los estados miembros harán palmas si les dejan ordenar internet. No hace falta que los obliguen: desean hacerlo ya por su cuenta.
En la nota de la quadrature, dicen que internet se ha reconocido como un derecho fundamental pero a la vez que nada impedirá a las operadoras destruir la neutralidad de la red. ¿Acaso no equivale eso a filtrar el tráfico en función de lo que te estés bajando?
Yo no veo motivos para felicitarnos y sin embargo ahí parecen todos optimistas. ¿Me he perdido algo? Ideas siempre bienvenidas en los comentarios.
Actualización (el día después): Mercè Molist piensa exactamente lo mismo que yo. Da gusto saber que uno aún tiene el ojo agudo; aunque no nos guste lo que veamos con él.