Sexto cumpleaños

Hoy estamos de efemérides, este blog cumple ahora seis años desde el probando, probando original. En este tiempo pasó un poco de todo: mudanzas de servidor (al principio estaba en una máquina al lado de mi cama), casi dos mil posts, comentarios, personas, relaciones.

Muchas cosas pasaron, sin duda; más aún seguirán aconteciendo.

Agosto, verano hirviente en el norte, frío sin alternativa para los que estamos al amparo de la cruz del sur. Sábado en ambos hemisferios. Disfrútenlo, yo (si no hoy, mañana) lo intentaré mojar con un buen vino.

Modas

«La adicción a Twitter se pasará. Tened fe; fe en vuestros conciudadanos y conciudadanas. Ayer estuve ocupado haciendo otras cosas, cosas importantes, así que básicamente no escribí ningún tweet. Sobreviví sin hacerlo. Y también vosotros sobrevivisteis sin mí, aunque me duela decirlo. Acabo de escribir en mi próximo libro que Twitter de hecho ha significado una distracción para escribir el libro, como si me tentase la sirena de una conversación que nunca tiene fin. Pero también me ha ayudado al escribir el hecho de tener siempre a punto investigadores y editores, amigos dispuestos a ayudarme cuando me quedaba estancado o necesitaba inspiración.»

Jeff Jarvis, citado por Sonia Blanco.

El tema es que para tener editores e investigadores siempre a mano ya se inventó el correo, que tiene (a pesar del caos de de inbox que manejamos habitualmente) mucho menos ruido que otras vías.

Sociedade de controle, ahora en portugués

La sociedad de control se escribió a caballo entre 2007 y 2008, año en que fue publicado. Sin embargo, desde entonces ha sido uno de esos libros que van recibiendo más atención y sobre los que te invitan a hablar. Este mismo año 2011 también hemos hablado de sociedad de control en más de una ocasión, pese a que uno pensaría que tocaba hablar más de La neutralidad de la Red.

Ideias perigozas es un libro publicado en 2010 y surgido a raiz del Festival multimedia Submidialogias – Belem/2009, auspiciado por Petrobras. En él se recogen textos de hasta 30 personas con ideas sugerentes y/o novedosas sobre sociedad digital.

Pues dentro de Ideias perigozas podemos encontrar la introducción de La sociedad de control, traducido al portugués por Fabianne Balvedi, impulsora y cabeza más visible de Estudio livre, el proyecto de promoción e inserción de jóvenes brasileños en la sociedad digital mediante el diseño gráfico con software libre. Una maravilla de proyecto, si me permiten.

La verdad es que hace mucha ilusión ver cómo los textos, dotados de libertad, fluyen, se reciclan, alimentan debates y sugieren conversaciones que, a las finales, es lo que La sociedad de control persiguió desde el principio: abrir una reflexión sobre qué tipo de mundo estamos configurando de cara al futuro; cómo queremos que sea el mundo donde viviremos. Hace mucha ilusión ver ese trocito, el comienzo del libro, traducido al portugués.

Descargas:

Anonimato en Internet y vendedores de anuncios con lengua de serpiente

Dice la hermanísima de Zuckerberg que «el anonimato debe desaparecer de Internet», y el señor Page manda a los cancerberos contra los seudónimos (¿verdad, Marbu?).

Pero haríamos mal si creemos sus palabras, nos equivocaríamos si confiamos en que la opción preferida por aquellos que viven de construir perfiles publicitarios (y que sólo se ponen de acuerdo para estas cosas) sea no ya lo más seguro, sino tan sólo una opción remotamente deseable.

Obviamente, estos señores, en sus ordenadores, pueden imponer las condiciones de uso que quieran, pero de ahí a pedir que el anonimato desaparezca de la Red cuando no podemos garantizar ni la libertad ni la seguridad de las personas que se expresen abiertamente, me parece atrevidísimo. Ahora, ya saben cuál es el destino en el mundo feliz de una Red que se pierde en la nube propiedad de señores como éstos.

Para no vivir en una Internet tan limitada y censurada (que inevitablemente condicionará en qué se convierte nuestra sociedad digital), La alternativa, obviamente, es una Red con el hardware distribuido, no una nube para todos, sino muchas nubes cada una para unos pocos.

Bocados de Actualidad (128º)

Un domingo más, aquí llegan los Bocados. La centésima vigésima octava ronda es, no obstante, hija de su tiempo: la segunda quincena de julio se ha notado en la actividad de numerosos blogs. Así que será breve, una buenas lecturas para estar al abrigo en casa allá donde sea invierno, y algo para leer mientras uno se tiende al sol allí donde sea verano. Podía sonar Melissa auf der Maur, pero no suena.

Esto es todo por ahora :)

No empecemos a chuparnos el comercio todavía

Una de las cosas más interesantes de lo que se dio en llamar «nuevo capitalismo» es la disipación de rentas: la globalización, el acceso masivo a nuevos mercados, multiplica la competencia, erosiona los monopolios y reduce la posibilidad de imponer sobreprecios al cliente final.

Amazon

Dicho así, es todo maravilloso. Claro está, todo eso resulta ser una posibilidad; la realidad no tiene porqué ser así. Sobre todo si intentamos comerciar objetos físicos, que siguen sujetos a aranceles por todo el mundo, incluso dentro de bloques comerciales aliados.

No obstante, volviendo a los bits, y si miramos los últimos datos, la crisis parece estar impulsando ese nuevo capitalismo: en Francia el comercio electrónico crece un 19% este año, Amazon ve como sus ventas crecen un 50% (aunque los beneficios sean otra cosa).

Luego tenemos, la otra posibilidad: que en lugar de tener un único monopolio podamos elegir entre una serie de monopolios. No es un sin sentido: imaginen que puedan elegir su libro electrónico pero que, una vez comprado, sólo pudieran comprar nuevos libros en una única tienda. Oh, Wait! A todos los efectos, el cliente está igual de cautivo en un sistema así como lo estaba en el viejo capitalismo analógico… aunque su jaula ahora no tenga DVD físico.

Y ello no hará sino empeorar si la cultura de pago del móvil que ya ha llegado a Internet nos lleva a sustituir la web abierta, libre y distribuida, por canales de venta cerradas y ultracontrolados como la App Store (y sus clones), que amenazan con fragmentar definitivamente la web, y la gran competencia que en ella existe.

El auge del comercio electrónico puede ser una buena señal, el despegue de esa sociedad de las redes que tanto esperamos, pero podría ser un cambio estéril si para que todo cambie (átomos por bits) es necesario que todo quede igual (clientes cautivos).

Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad