Parece que César Calderón ha lanzado una campaña en defensa de los blogs como vía para conquistar la libertad de expresión, y desde aquí nos parece buena idea apoyarla. Pero para apoyarla lo primero que se me ocurre es sugerir poner el foco no en los malvados medios que ahora tergiversan la verdad (los medios siempre han dado la visión que les ha convenido, y siempre la darán). Como el problema de los medios es inevitable, creo que es más importante asentar las bases de una campaña así no en la crítica de carácter puntual a un problema permanente, sino en la creación de espacios permanentes con los que contrarrestar el efecto de sistemas con defectos permanentes.
Espero que los adjetivos de la frase anterior sirvan para aclarar la debilidad que veo en la campaña lanzada por César y sus motivos: existe un desequilibrio evidente entre el problema detectado y la crítica enunciada. Los medios siempre van a tener un sesgo en el modo en que transmiten información, por eso conviene dejar de guiar nuestra vida por lo que digan (o dejen de decir). Lo que los blogs permiten es crear espacios permanentes de libertad, ¿por qué entonces poner el foco en una crítica puntual tipo «nos están colando esta crisis»? Lo que los blogs han de conseguir es crear espacios de discusión autónoma, no intermediada, que sólo así logre ser libre. Para igualar el peso de un defecto permanente con una solución de carácter permanente (al menos, no puntual), hay que poner el foco en la obtención de mayor libertad para las personas, y no la crítica facilona a un determinado medio. Adicionalmente, una red verdaderamente libre y autónoma conlleva un mejor reparto de poder, lo cual siempre es positivo.
Por volver a la propuesta de Calderón, hay algo en su discurso que da la sensación de necesitar un gran pulido. Ejemplos de hace una década, ajados ya y con algunos casos de ésos que los expertos en geopolítica tienen cada vez más claro que son un claro ejemplo de manual de «inducción estratégica» por parte de Estados Unidos y no el fruto de una revolución espontánea y ajena la poder. Como digo, el argumentario necesita una puesta al día.
Sin embargo, hay aspectos valiosos con los que no podría estar más de acuerdo: los blogs (los llamen así o no) son el camino hacia la creación de espacios verdaderamente libres. Es ahí donde coincido con César Calderón, no podemos entregar la conversación a plataformas privativas que son propiedad de terceras partes. Pero más aún coincido con el matiz que añade Gonzalo: si decidimos crear nuestro espacio, no podemos dejar que estas plataformas lo canibalicen.
Si han leído el enlace anterior, se estarán preguntando por qué están leyendo este post, cuando Gonzalo nos animaba a dejar un comentario en el blog de César. Están leyendo este post porque me ha resultado desolador leer cientos de «comentarios» que en el fondo eran retuits (ni siquiera tuits genuinos, porque ése es el nivel del activismo si no salimos de esos servicios y por eso hay que arrancarlos de raiz) enterrando con su ruido un par de comentarios interesantes. Así que me ha parecido que este comentario, estos matices, era aquí donde iba a tener su lugar.
Si quieres libertad para expresarte en la Red, un blog es una pieza clave. Pero si lo abres, no te lo dejes canibalizar por los mismos servicios que ya conoces y sabes que no sirven para estructurar un mensaje ni debatirlo. Recuerdo con agrado un post que escribí a petición de Antonio Cambronero, porque el tiempo se empeña en recordarnos cada cierto tiempo que era un post necesario y cada día más vigente. No se marchen sin leerlo: Por qué tener un blog propio es importante.