Software para monitorizar opiniones

Dice Bruce Schneier, que «un consorcio de universidades, con fondos públicos (estadounidenses, claro) destinados a defensa, está desarrollando un software que permitiría al gobierno monitorizar opiniones negativas sobre los estados unidos o sus líderes en publicaciones extranjeras».

Lo que no dicen es que, una vez desarrollado, también serviría para monitorizar las internas. Seguro que ayuda a la libertad de expresión.

He de admitir que podría tener una aplicación buena: Permitir que las autoridades estadounidenses se den cuenta de lo mal vistas que están en el resto del mundo, y así hacerlas actuar con algo más de responsabilidad. Pero lo más probable, podría servir para realizar un seguimiento de aquellos que se muestren críticos con los EEUU, y así castigarlos (ya sean de dentro o de fuera de los EEUU). No es tan raro, ni exclusivo de los EEUU, ¿o hemos olvidado ya el castigo -se quedaron fuera de la tarta que recibiría dinero del ministerio a cambio de anuncios- de Zapatero a todos los medios digitales, que en general fueron más críticos con su programa durante la campaña electoral?

Según parece, además, los promotores del invento se contradicen anunciando por una parte que faltan varios años de desarrollo y por otra que la base de datos incluye artículos de prensa americana, francesa y pakistaní. ¡Todo ello en la misma entrevista! Parece que tuvieran algo que esconder…

Atendiendo al precedente ZP-diarios_digitales, este software de monitorización de opiniones puede tener usos nefastos, y para mi gusto (coincido con Schneier) nos traslada demasiado a 1984, es demasiado orwelliano.

Biblioteca Recomendada: ¿Qué son estos libros?

Voy a explicar, del modo más breve posible, porqué he añadido estos libros a la izquierda del blog. La blogosfera está plagada de ofertas para añadir publicidad a los blogs, hace tiempo venimos usando AdSense, pero para muchos de nosotros no termina de cuajar, si bien es posible que en algún momento nos alcance -incluso- para pagar el hosting. Este blog no cuenta con infinidad de visitas, pero las que vienen no suelen hacer click en la publicidad.

¿Por qué AdSense no rinde como se espera?

  1. Los anuncios de Google son todos iguales; no hay logo ni imagen de marca. Cuando una empresa paga tropeciendos millones para insertar su logo en cualquier evento no lo hace «porque sí», lo hace porque de ese modo va «implantando» su logo multimillonario en nuestra cabeza. Para que luego lo vayamos reconociendo inconscientemente por dondequiera que vayamos.

  2. El lector desarrolla ceguera al AdSense, o ¿acaso alguien percibe los anuncios que aparecen en GMail? Pues igual pasa con el resto del AdSense.

  3. Son contextuales solo a medias. Googlebot usa palabras clave para decidir qué anuncios te colocan. Si escribes «Ruby», podría mostrar anuncios de joyerías, y tú hablas de un marco para programación. Puede acertar en muchos casos, pero no en otros.

  4. Los contenidos no están definidos por el editor. La última pero es casi la más importante. ¿Qué sucede si Googlebot lee «linux» en tu blog y la única empresa que ha pagado para relacionar sus anuncios con esa palabra es precisamente Microsoft? Pues que en tu blog, seguramente pro-software libre, estás metiendo anuncios de microsoft. Ciertamente incómodo.

La economía de la atención

Hace años, Pepe Cervera hablaba de la justificación económica del Copyleft. Tiene razón. Y Millán y Michael Goldhaber. Y, sin embargo, hace años que existe un canal de televisión dedicado única y exclusivamente a hacer publicidad de un producto y millones de personas en todo el mundo están contentas de pagar por él: la MTV.

A muchos se nos ha olvidado, pero los videos musicales son anuncios para vender discos. El hecho de que paguemos por tenerlos en DVD sólo demuestra que la calidad del anuncio importa. El modelo es muy simple: haz que el anuncio sea valioso en sí mismo, conoce a tu público potencial y cuídalo como a un hijo. ¿cómo aplicar ese principio a la blogosfera? Lo más cercano a ese modelo es sin duda youtube. Pero no tengo muy claro cuál es el modelo de negocio de youtube. Imagino que vender la cabecera, pero volvemos al modelo fallido de colarle anuncios a una audiencia que no se los quiere comer.

Un punto de vista distinto: Amazon

La Petite Claudine, eligió otra aproximación: Amazon. Su blog tiene una lista de libros que son útiles para sus lectores porque guardan estrecha relación con su contenido. Los elige uno a uno en un servicio de asociados para editores que permite recomendar productos desde sus propias páginas y recibir un pequeño porcentaje sobre cada venta. Los productos, ya sean libros, discos, películas o juguetes, son elegidos por el editor y colocados en el blog con un código que produce amazon, de manera que cada pedido lleva integrado el código del blogger. Al lector le cuesta lo mismo comprar el producto pero La Petite recibe una pequeña comisión, como premio a su dedicación, de camino la ayuda a que siga comprando más libros y escribiendo su magnífico blog. Yo lo ví hace meses y me hice una cuenta de asociado a Amazon, pero no tuve tiempo para dedicarle a este asunto. Ahora sí encontré algo de tiempo. Estos libros se corresponden con esta opción :-)

Todos los libros que ven en la columna izquierda son libros que he leído o estoy leyendo y recomiendo honestamente. A lo largo y ancho del blog encontrarán citas de estos libros, las pongo porque me gustan y porque en algún momento son contextual y temáticamente interesantes para el blog. Ahora cumplen otra función: Permitiros a vosotros echar un pequeño ojo sobre los libros antes de comprar. Comprar libros en internet nos quita el placer de bucear en librerías de viejo como las que yo solía frecuentar hace tiempo pero nos dan la posibilidad de acceder a libros que de otra manera podría ser difícil de conseguir en la mayoría de nuestras ciudades. Además, ¡llegar a casa y tener el paquete esperando es realmente grande!

John Maeda y «Las leyes de la simplicidad»

*** Actualización: Pikiki dejó de existir y ese artículo se perdió porque yo no tenía una copia. En este blog hay otras anotaciones sobre Las leyes de la simplicidad, son las siguientes:

*** Aquí la vieja anotación:

John Maeda y «Las leyes de la simplicidad» es mi artículo más reciente para Pikiki.com:

«Maeda fue uno de los grandes protagonistas de Ars Electronica 2006, un evento donde casi nadie era artista eletrónico pero todos sabían (y gustaban) mucho de cacharritos electrónicos, con su libro Las Leyes de la Simplicidad, en el que John Maeda desarrolla su manifiesto a favor de un nuevo diseño de electrónica de consumo que no se base en el “cuanto más, mejor”. Él sostiene en su libro (el cual estoy pendiente de leer) que la complejidad de las cosas que usamos a diario nos condiciona, desde los aspectos más triviales a los más importantes»

Para leerlo completo ve a Pikiki.

La EFF denuncia al gobierno de EEUU

La denuncia está relacionada con el espionaje masivo de las comunicaciones que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) lleva efectuando desde tiempo atrás. Aseguran que ponen la denuncia porque el FBI se niega a proporcionarles información sobre un nuevo sistema, el DCS-3000, que según la EFF está diseñado para interceptar y leer e-mails.

No van a ganar el juicio (menudo es el gobierno de los USA para llevar la razón aunque no la lleven), pero al menos harán ruido, con algo de suerte algunos de esos americanos que están siendo masivamente espiados se concienciarán… ¡Pequeños pasos hacia adelante!

*** Enlace de interés:
Web de la Electronic Frontiers Foundation

Participar no lo es todo: El problema de menéame

Todos conocemos Meneame (ya ni siquiera nos hace falta llamarlo el Digg en español), sus efectos cuando nos pasan por su página y la multitud de clones temáticos que han surgido a raíz de éste y gracias al carácter libre de su código. Por si alguien no sabe de qué va el tema se trata de sitios de promoción de noticias en las que los usuarios envían noticias y deciden qué es suficientemente importante como para pasar a la portada de la web.

No hay editores que tengan ese rango, se trata por tanto de web plenamente sociales en las que la propia comunidad, los usuarios, actúan como editores decidiendo, como ya hemos dicho, qué es importante, qué no lo es, qué es spam, y qué noticias son desestimadas por antiguas.

Ahora bien, cualquiera no puede decidir, censar y modificar errores en las noticias, se valoran los méritos en la web: Cuanto más participes, más noticias envíes o más gusten tus noticias a la comunidad en general más probabilidad tienes de poder actuar como editor, más poder tendrás. Esto, que en general parece buena idea, plantea un problema, el que nace de tener usuarios que no están plenamente dotados para ciertas tareas. Que un usuario participe mucho, o que tenga un alto número de noticias «interesantes» para la comunidad no significa que esté al tanto de todo. Un usuario podría pasarse el día hablando de Google, Linux, Firefox, o de Ricardo Galli (estos temas casi aseguran el éxito y el paso a portada) y no tener ni idea de los demás temas.

Eso es lo que me ha sucedido esta tarde. He ido a menear la noticia del acuerdo de transacción de datos de pasajeros entre la UE y EEUU alcanzado esta noche y me la han censado como duplicada apuntando a otra noticia diferente publicada hace unos 15 días. Posteriormente la han borrado de la listade noticias posibles. ¿Qué clase de editor se permite eliminar por antigua y duplicada una noticia de la que se hacen eco hoy la BBC ¡en portada! y The Register.

Pues un editor que no está capacitado para ello, y ese es el principal problema de los sistemas meneame. Porque participar y tener criterio no son lo mismo, están a mil jodidos kilómetros de ser lo mismo. ¿Soluciones para esto? Quizá en los clones temáticos como Docencia o Fresqui exista una solución: Cerramos el ámbito de temas y podemos asumir que el usuario está mucho más al tanto de la más reducida actualidad de ese tema concreto. Desde luego en meneame está claro que a no ser que hables del iPod o hagas autobombo del propio sistema corres peligro de que los meritocráticamente elegidos editores te tilden de lo que no eres.

¿Soluciones sin limitar los temas? Quizá que un determinado editor (con todo su karma, proporcionado gracias a su alta y valorada actividad) pueda actuar editando sólo noticias de las categorías en las que ha ganado su karma… Si no es así se corre riesgo de que su incapacidad mine el espíritu del sitio. Y sí, esto es una crítica -no una provocación, que sé que hay mucho susceptible-, y estoy algo cabreado, tan sólo porque había una noticia interesante -y ese es un criterio personal, de acuerdo, pero sucede que ha pasado por portada en los principales diarios– que ha sido desconsiderada debido a la incapacidad de alguien que en ese preciso momento pasaba por allí.

Atención (por Jose Antonio Millán)

Estamos en una red que aumenta en un millón de páginas por día, y cuyo tamaño podría ser ya de medio billón de páginas (billon español, del de un millón de millones…), todas ellas a la misma distancia del usuario: a un clic.

Además, cada minuto se envían cinco millones de correos electrónicos en el mundo, y muchos de ellos –no solicitados– nos llegan al buzón, desde donde nos hacen gestos para que les echemos una ojeada.

Evidentemente, que cualquiera de nosotros mire una página web en vez de otra, lea un correo o no lo lea, o (en el mundo de fuera de la Red, igualmente poblado), que eche una ojeada a un anuncio, que ponga la oreja a un eslogan o no, tiene que valer mucho. ¿Pero cuánto?

Ya hay sitios web que pagan porque visites ciertas páginas, y muchos que dan servicios gratuitos (por ejemplo, correo electrónico), a cambio de pasarte anuncios cuando vas a usarlos. Y es que, como ha reconocido el economista Michael Goldhaber, vivimos en una «economía de la atención». Lo que más valioso resulta hoy día es ese acto consistente en atender, es decir (y según el Diccionario de la Academia): «Aplicar voluntariamente el entendimiento a un objeto espiritual o sensible». No estamos hablando de descargar páginas, ni de acumular emails recibidos, sino de aplicarles voluntariamente el entendimiento, ¡con lo que cuesta eso…!

Sí, la atención, como ha reconocido Goldhaber, es un bien escaso: los ordenadores, la velocidad de proceso, la conexión a la red son cada vez más baratos, pero hay algo que no varía, o que incluso es decreciente: nuestro tiempo y –¿por qué no decirlo?– las ganas de atender a lo que hay por ahí. Y como todos los recursos escasos, está generando una economía que Goldhaber llama la «economía natural de la red». La «economía de la atención» se llama en inglés «attention economy».

Sus ideas se pueden leer en First Monday: The Attention Economy and the Net

[ publicado originalmente por Jose Antonio Millán en JAmillan.com ]

La UE cederá datos de pasajeros a EEUU

Muy breve que no tengo tiempo, la comentaré mejor más tarde: La UE cederá datos de viajeros a EEUU. No se conoce qué datos se cederán, pero no importa porque nuestra legislación (la de la UE) impide la cesión de estos datos a terceros países. Lo hacen con la excusa del terrorismo (como siempre) y violan nuestros derechos, además de tratarnos a todos como terroristas….

La UE había dicho que no va a dar más datos de los que ya ofrece (34 por pasajero, que incluyen nombre, dirección, información sobre el viaje, cómo lo contrató, etc), así que esto hay que tomarlo como una bajada de pantalones frente al imperio… ¡otra más!

Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad