Dicen que los peces olvidan lo sucedido en apenas unos segundos, seguro que esto les impide obtener un conocimiento a largo plazo que les permita evolucionar socialmente. ¿Haremos como los peces y olvidaremos lo aprendido durante estos quince años? No podemos permitírnoslo y la solución a las guerras del copyright está ahí a la vista: es el dominio público.
Acto Primero: Se levanta el telón y…
Hoy todo el mundo habla de la Ley Sinde y de las descargas, parece que hay un nuevo manifiesto (hacía por lo menos 3 semanas que no veía uno) y todo.
Me parece fantástico que se proteste contra una ley verdaderamente dañina, pero la reflexión que comparto es otra: ¿por qué te empeñas en licenciar bajo Creative Commons? Sí, ahora dirás que no es tu caso: ¡felicidades si es así, porque tú has entendido algo!
El 70% de las obras licenciadas bajo Creative Commons no son libres, y el otro 30% son libres pero hacen un flaco favor al mundo: promocionan el sistema que arraiga socialmente el problema al que supuestamente queremos dar solución cuando liberamos nuestas obras. ¿Por qué?
Acto segundo: las obras no libres.
En lo más oscuro de su intimidad, hay ahí afuera una mayoría que desea vivir de la renta. Esto es, trabajar hoy y comer el resto de la vida. Por eso les gusta que le redistribuyas, porque eso equivale a publi gratis. Pero de ganar dinero sin pagarme royalties ni hablamos. 70%. Ésa es la verdadera magnitud de la tragedia que ha representado Creative Commons. Creative Commons burló y humilló a nuestra revolución. ¿Por qué?
Creative Commons atomizó a la turba que protestaba, divide y vencerás (como en privacidad).
Acto tercero: Creative Commons y el mal que hace (incluso cuando licenciamos obras libres usando su modalidad)
Al interiorizar que los derechos son míos, mi tesssshoro, una parte de personas comenzó a pensar en lo bueno que sería estar al otro lado de los derechos patrimoniales, cobrando sin trabajar. En breve, hay quien a esa hora en la que se apagan las luces, sueña ser Ramoncín.
La ley Sinde se aprobará, casi con seguridad, hoy, y será una mala noticia. Pero es la mala noticia inevitable. No se puede ir contra el Estado, te aplasta. Si La sociedad de control recogía el legado de una década, ¿qué ha pasado desde 2008? Más de lo mismo.
Y desde luego, un público ensimismado con Creative Commons, engreído de la propiedad inalienable de sus propios derechos, no va a ser quien frene la apisonadora. Licenciar tu obra libre usando Creative Commons y no FDL o Dominio público alimenta la confusión que ya te tiene bastante arrinconado. Te animo a publicar obras libres, y ni siquiera te pido que te agarres a la devolución al dominio público. Usa tu opción preferida, pero ¡no olvides que Creative Commons agrava el problema, no lo minimiza!
Acto cuarto y desenlace: la solución es el dominio público
Decía Andrés Lomeña en este blog hace casi 3 años:
«No creo que la lucha deba hacerse «contra» las leyes, sino «a favor» de la creación de contenidos libres.»
Y terminaba preguntándose si «¿estará nuestra generación a la altura?», frase que le tomé prestada para una posterior reflexión ya en 2010:
No se trata de decir qué mala es la SGAE [las ponencias para el concurso de obviedades en la segunda planta, pasillo derecha, al fondo]. Se trata de hacerle el bypass a las entidades de gestión (del ámbito que sean): se trata de construir la alternativa. Lo que toca es publicar música sin copyright, devolver nuestros libros y nuestros textos al dominio público, crear un procomún libre sobre el que nadie pueda arrogarse privilegios exclusivos que devengan expolio cultural y monetario
Me doy cuenta que la solución hoy es la misma que hace dos años, y que no hemos avanzado mucho. Os animo a leer el post del año pasado y reflexionar al respecto: la única salida es más dominio público. No se puede luchar contra el Estado ni sus leyes. Pero las obras en dominio público no están sujetas a restricción de copia y aún con una ley tan nefasta como la ley Sinde podrán seguir circulando.
Todo lo que no sea eso, no sirve de nada. Aquí el nuevo grito de guerra para la sociedad digital: Dominio público y remix, seedearemos.
Actualización (un rato después, antes de almorzar): Me cuenta Luis con la segunda Murphys en la mano que la ley de marras no ha sido aprobada. Esto nos da algo de tregua, pero no se despisten, la única solución a medio plazo (la reforma llegará antes o después) continúa siendo el dominio público.