Malas noticias: en 2012, la guerra de pantentes continuará

Las patentes de software y las guerras derivadas de un sistema de propiedad intelectual marchito y dañino marcaron el pasado año y, lo que es más importante (porque el futuro es siempre más importante que el pasado), continuará marcando este 2012 recién estrenado.

Desde verano la guerra entre Google (patrono de Android) y Apple (dueño y señor de iOS) se ha recrudecido hasta el ridículo, demostrando que el sistema actual reparte desastrosamente mal los incentivos a la innovación y desembocando en situaciones sólo al alcance de organizaciones muchimillonarias con la compra de Motorola por parte de Google. Las victorias de Apple han sido tildadas de irrelevantes en medios como Financial Times.

Luego, peleas en todas las cortes del mundo en las que Apple fue cosechando derrotas frente a los partidarios de Android (Estados Unidos, Australia, Francia) y, cuando ya casi doblábamos la página del calendario, Alemania casi al mismo ritmo en que pierde cuota de mercado en los principales fuertes europeos (Alemania y Francia). Con Microsoft ganando con Android más dinero que con Windows Phone, uno pensaría que la destrucción total es inevitable a menos que todos bajen un poco el ritmo.

Ese momento de reflexión está, sin embargo, cada vez más alejado en el horizonte: por parte de Android, afirman tener 17.000 patentes para torturar a sus competidores y Apple responde gastando cientos de millones para aumentar su portafolio mientras sigue recibiendo nuevas patentes de cosecha propia.

El panorama es desolador desde el punto de vista del software libre y la pequeña empresa. Cuando las armas son de ese tipo, no vale de nada el ingenio ni la capacidad de crear cosas nuevas. Cuando todo está patentado, siempre hay un señor feudal ante el que hincar la rodilla. ¿Que éste sea Apple o Google importa mucho? La verdad es que no importa en absoluto.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

2 comentarios

  1. Hemos pasado del absolutismo de los estados al absolutismo de las empresas.

    1. … pero la realidad es que hay unas pocas empresas que no sólo controlan su mercado sino que lo deforman e imponen sus condiciones a la competencia. Una situación indeseable, pero que podría revertirse si eliminamos el poder de los monopolios de propiedad intelectual (incluidos, por supuesto, los de patentes) que concede, precisamente, el Estado.

      Y es que la realidad es que si el estado no quisiera, algunas empresas no tendrían esa ventaja (desproporcionada) frente a las demás. Habría mayor reparto de la «tarta» entre grandes y pequeños, lo cual sería una buena noticia.

      Así, no creo que sea el absolutismo de las empresas como tal, sino de aquellas a las que el estado permite acumular todo ese poder…

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