El artículo que publica Schneier sobre nacionalismo e Internet es una lectura imprescindible: describe cómo Internet prometía desterritorializar y acercar a las personas y, sin embargo, esa promesa está lejos de cumplirse cuando vemos el rampante nacionalismo en todos los frentes de la Red. Su diagnóstico: el poder descubre Internet y la quiere controlar, la opinión pública no se mueve con los hechos, sino con la retórica (y de ahí las continuas alusiones a la ciberguerra, aunque de momento no sea más que espionaje). Los perdedores: las personas, nosotros que vemos cómo hay 2 lobos (Estados y sus proveedores) y una oveja (las personas de a pie) votando democráticamente el menú de la cena.
Os dejo con el cierre y os recomiendo enfáticamente la lectura de la columna completa:
Nationalism is rife on the Internet, and it’s getting worse. We need to damp down the rhetoric and-more importantly-stop believing the propaganda from those who profit from this Internet nationalism. Those who are beating the drums of cyberwar don’t have the best interests of society, or the Internet, at heart.
Es una crónica de lo que advertíamos hace ya un lustro: la llegada de La sociedad de control. Qué desafortunadamente vigente está ese libro.
Qué mejor que quitar peso a esos medios de comunicación masivos, y a esos periodistas luditas, y tomar un rol activo sobre qué leemos, y cómo.