Pese a ser un blog más que modesto (tan sólo pasamos las cien visitas en los días punta de la semana) el spam nos está comiendo. Cuarenta comentarios fraudulentos de un tal «viagra» y un tal «valium» (y de toda su cuadrilla) cada tres días son más de los que me puedo permitir ir borrando antes de que google los indexe y esos sitios de dudosa legalidad (y aún más dudosa ética) a los que enlazan ganen buena posición en los buscadores gracias a mi blog. De modo que a falta de encontrar un buen módulo antispam (algo así como un captcha que obligue a teclear un texto antes de insertar el comentario) me veo obligados a moderarlos.
Espero solucionarlo pronto y si ustedes saben de algún módulo antispam para Drupal… Cualquier consejo y ayuda serán bienvenidos y les estaré agradecidos, y de camino los comentarios volverán a no estar moderados (de momento sólo están moderados los comentarios anónimos, pero son la mayoría así que me gustará solucionar esto pronto), que para mis cortas pero frecuentes ausencias está más que bien.
La moderación sólo afecta a los comentarios anónimos.

Quizá es que soy bastante obstinado, pero hay cosas que no llego a entender aunque lo intente. Cerraron Napster en su época dorada y antes que el cava de sus brindis se quedara plano ya había toda una legión de programas mejor preparados, con la misma idea y el mismo leitmotiv, pero con la lección de napster aprendida. Cerraron Napster, el tiro les salió por la culata (muchas más redes p2p, cada vez más usuarios y más descentralizadas), y no han aprendido nada. Si esos que gustan llamarse artistas, cuando no pasan de mercachifles del entretenimiento, continúan apretando a los mismos que les damos de comer no estarán sino cavando su tumba. Y si los gobiernos, que ven en la piratería la excusa para endurecer las leyes de control, continúan legislando en contra del bien común y metiendo miedo sin fundamento y si continúan cerrando webs que no son ilegales sólo para justificar lo injustificable. Entonces sólo nos dejan una puerta abierta. La puerta esta ahí, la llave está al alcance de todos, a sólo unos clicks de distancia. Pronuncia conmigo: 
Ésta no tiene nada que ver con la privacidad, pero me ha interesado porque es una pequeña manía personal: Me