¡Fuera, fuera, demonios del victimismo!

«Sólo un tonto se humilla a si mismo, habiendo tantos hombres en el mundo dispuestos a encargarse de esa tarea.»

George R.R. Martin, en Choque de Reyes.

El segundo libro de Canción de Hielo y Fuego es una maravilla. Otro día hablaremos de la falsa modestia, no exenta de hipocresía, con que algunos enfocan la descripción de si mismos y que va a parar directamente al otro extremo al intentar que los otros admiren en nosotros una mediocridad (un objetivo ya de por si bastante lamentable, por cierto) que con frecuencia ni siquiera se creen aquellos que entonan el llanto lastimero sobre si mismos.

Sony, la PS3 y los sistema anticopia que vendrán

Hace unas semanas (a finales de 2010, anunciado en la CCC de Berlin) se rompió el candado de la PS3 (algo que mencionamos de pasada en unos bocados). Ahora Sony ha obtenido un éxito en la causa judicial que se inició contra los responsables de la publicación original del código que permitía desbloquear su videoconsola, y es que ha conseguido que el juez le otorgue acceso a los registros de visitas de Geohot (gracias, Iván), una de las páginas desde las que se difundió la clave. Sony pretende demostrar que hubo puesta a disposición pública y demandar a todo el que republique ese código. Sony sabe que lo que está roto está roto, pero usarán esta causa para amedrentar a quien sea que intente atacar el siguiente sistema anticopia que la compañía incluya en sus dispositivos. El sistema anticopia de la PS3 tardó más de cuatro años en caer y no creo que sea, como se dijo, un epic fail. Apuesto a que Sony intentará que el próximo les dure aún más. Asustar a los curiosos siempre es una buena táctica.

Eliminando el concepto de dominio público

Interesante el debate que se está teniendo en Estados Unidos acerca de si una obra en dominio público puede ser devuelta al ámbito de la restricción de copia.

Devolución

Interesante no por lo que nos puede aportar, que no hay nada que nos solucione más problemas que abogar por el dominio público, sino por lo que nos puede quitar. Interesante porque supone un cambio tan grande que nos da una medida de la enorme fuerza que acumula el sector basado en el copyright.

Y lo que un cambio de razonamiento tan dramático como éste nos arrebataría sería la idea misma de dominio público: si una obra en dominio público puede cambiar su estatus para volver a estar protegida contra copia y sometida al poseedor de los derechos, evidentemente no está en dominio público. El dominio público dejaría de existir justo cuando más lo necesitamos.

Sin duda alguna las presiones son grandes: la gran industria del entretenimiento depende de crear escasez para no abordar la necesaria reconversión a que Internet los empuja. Siguen intentando colar con calzador viejos modelos lavados de cara y sólo algunos actores intentan ofrecer algo más.

La restricción de copia trae más monopolios y más trabas para las personas. Al menos, eso sí, si estos grupos de fuerza se salen con la suya se ahorrarían ampliar el margen de restricción de copia cada vez que las películas de Disney amenazan pasar a dominio público. Ya no haría falta, tendrían copyright ad eternum. Y Paul McCartney sonreirá.

El objetivo parece ya a la vista: destruir el concepto mismo de dominio público, para que nadie pueda pensar en él. Para que nadie pueda soñar con extenderlo.

Dos enfoques a la libertad de prensa en la UE

Mucho se ha hablado en los últimos tiempos sobre los controvertidos plane del gobierno húngaro presidido por Viktor Orban de aprobar una ley que «destruiría la libertad de prensa». Se ha hablado tanto que las presiones de la Comisión Europea consiguió que Orban reculara en sus planes para alegría de los detractores de aquella ley. Pero luego está la adopción por parte del Estado francés de la Ley Loppsi 2, una revisión endurecida de la (ya muy dura) ley Sarkozy. Ésta prevé cerrar medios digitales sin control judicial. ¿Dónde están las protestas del europarlamento y la Comisión en el caso francés? Evidentemente, hay diferentes baremos a la hora de medir cómo se gestionan libertades, en función de cuánto poder se tiene.

WordPress, tipos de posts y versatilidad

Se ha publicado WordPress 3.1 y dicen que su mayor novedad es que ahora permite diferentes tipos de post, una función que casi podría hacerme feliz, si ellos mismos no explicaran que no se podrán añadir nuevos tipos. Aunque parece improbable un bloqueo efectivo, este planteamiento a lo Henry Ford nos lleva a pensar que no están pensando los blogs desde la abundancia, sino que se están limitando a copiar una función existente en un otros sistemas como Tumblr. Y mejor eso que nada pero, ¿tan difícil dejar a los usuarios de un software libre algo de mano suelta para elegir, toda vez que la función (diferentes tipos de post) se ha implementado? Conste que sigo en Drupal pero, si recuerdan, es el principal motivo de que yo no migrase a WordPress hace un tiempito.

Límites artificiales, disciplina y coches eléctricos

Si tienen los ojos abiertos y están atentos al giro mediático del gobierno, en forma de creciente preocupación por la calidad del aire que respiramos y el consumo de petróleo, ya habrán entendido que se nos viene encima una campaña de subvenciones para comprar coches eléctricos. En otras palabras, y si los signos no nos están engañando, el próximo plan renove estará enfocado a comprar coches eléctricos.

La matraca comenzó hace unas semanas a cuenta de la polución del aire en las ciudades, dándole caña a otros grupos políticos y vendiéndolo todo como un problema de salud pública. A día de hoy siguen dando caña desde los medios afines.

En el momento nos resultó sospechoso por una sencilla razón: con la tasa de paro disparada (hacia el infinito y más allá) la cantidad de personas que coge su coche diariamente y se empotra en un atasco es muy inferior a la que lo cogía hace unos años. Es innegable que la calidad del humo era mucho peor en 2007.

Y sin embargo ahí están los hechos: Nissan (cuyo vehículo eléctrico estrella se venderá en España a partir de septiembre) y Renault alcanzan acuerdos con la justa de Castilla y León, el gobierno de Euskadi anuncia una red de electrolineras. Todo ello unido al plan del gobierno central que desde 2010 destina cientos de millones de euros a subvencionar la compra de coches eléctricos e híbridos. Está por ver los nuevos pasos que el Estado dé en firme en esta dirección, pero todo apunta a que algo se está cociendo.

Radar
[Foto: «Control de velocidad, por su seguridad», por Coches más.]

Y en esas llega la reducción, anunciada por Rubalcaba como «transitoria» pero indefinida, como todas las medidas represivas, de la velocidad máxima en autopistas y autovías hasta los 110km/h. Como la prohibición de líquidos a bordo de aviones, vigente temporalmente desde 2006, sin visos de desaparecer, como la prohibición de beber en la calle y los estados de alarma a precio de saldo)

Las excusas son variadas pero incluyen el precio del petróleo, no se habló de emisiones. Y claro, vuelven a salir tantas dudas como cuando hablamos de la calidad del aire: el petróleo ha estado más caro en el pasado, cómo se mide la eficiencia del consumo (éste es menor a menor velocidad, seguro que a 70km/h se consume menos que a 110). Me gusta el enfoque que RinzeWind da en su blog.

Lo que yo veo es una limitación artificial de las posibilidades técnicas de millones de vehículos en plena campaña gubernamental a favor del coche eléctrico, un tipo de vehículos que tiene muy limitada su velocidad, porque si pasamos de 90-100km/h la batería se nos agotará sin remedio antes de lo que no prometió el fabricante (que ya es bastante poco comparado contra sus análogos bebedores de petróleo). Imagino que lo siguiente será decir que el coche eléctrico te da las mismas prestaciones que uno de combustible fósil. Lo que está claro es que te dará las mismas escasas prestaciones que el gobierno te permitirá aprovechar, lo demás está prohibido.

En esa línea me resulta curioso que lo más relevante que se comente pendule en torno al carnet por puntos, otra norma coercitiva aprobada en los últimos años. A este paso, pronto habrá que agradecerles lo majos que son al no apretar aún más. Total, sólo meten una prohibición por semana; Turkmenbashi estaría indignado.

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