PRISM frente a las promesas de la caída del muro de Berlín

Este fin de semana, en concreto, el sábado 9 de noviembre, se cumplían años de la caída del muro de Berlín. Preludio de la desintegración de la Unión Soviética, la caída del muro de Berlín y la celebración de dicha caída por cientos de miles de berlineses de uno y otro lado fue escenificada mediáticamente como la derrota del totalitarismo, y la victoria de la democracia y la libertad que encarnaba el «bloque occidental» (todos los países de europa occidental, junto a Estados Unidos, Canadá y algún aliado más).

No es que no fuera así, pero tras todas las evidencias que este año se han revelado sobre el espionaje masivo a ciudadanos de todo el mundo (sin duda, el peor de los presagios en un tiempo en el que la tecnología hace posible una sociedad de control total), toca recapacitar sobre cuál fue el verdadero impacto de la caída del bloque comunista liderado por la Unión Soviética y del cual el derrumbe del muro de Berlín representa uno de sus momentos más icónicos.

Escríbia en estas páginas ya en 2010:

Hasta hace un tiempo podíamos pensar que las promesas nacidas de la caída del muro de Berlín se habían esfumado. Ahora sabemos que no será exactamente así. Sabemos ya que no había una promesa universal en aquel momento de trascendencia, porque nunca la hubo desde el fin de la modernidad (que se hundió junto con la política de grandes bloques, en 1989). (…) La caída del comunismo no acabó con el totalitarismo, antes lo contrario: las instituciones occidentales se han visto colonizadas por las viejas formas.

Sin duda algo de eso hubo (aquí una columna algo más positiva sobre el tema, de 2008). Pero sería ingenuo visto desde ahora no descontar que muchas de aquellas cosas por las que se ridiculizaba al derrotado bloque comunista se han infiltrado en la cotidianeidad occidental: no sólo la NSA, sino cualquiera de los Estados actuales tiene acceso a una cantidad de información inimaginable para la Stasi. Con la excusa del terrorismo internacional se convierten en sospechosos actos mundanos e intrascendentes como tomar fotografías en lugares públicos.

Huelga decir que no se alcanzan hasta ahora los extremos que sí se alcanzaron en otro tiempo y en otro lugar. Pero más vale dejar de creer en mitos nada inocentes y estar ojo avizor.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.
Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad