La mejor promoción de un idioma, producción intelectual relevante

Tuve la suerte de crecer disfrutando cada semana a Juan Tamariz en la televisión, uno de esos recuerdos eternos de la infancia. Por eso me ha encantado este perfil que publica el New York Times sobre esta leyenda viva.

Habría mucho que comentar y, sin embargo, hoy me quedo con este párrafo sobre un tema tangencial, no centrado en la magia.

In the mid-20th century, at the behest of Ascanio, Spanish magicians like Tamariz learned English in order to study the canonical literature of the craft then emerging from North America and the United Kingdom — in its way, a small act of rebellion against the parochialism of the Franco regime. But today, Wilson is one among many magicians of his generation who have learned Spanish in order to study the work of Tamariz.

Muchas veces oímos lamentos sobre si tal o cual lengua está en peligro y si es una pena que los niños estudien en inglés o que haya que fomentar la adopción de una lengua u otra por la vía legal.

La realidad es más sencilla: aprender un idioma requiere esfuerzo y si no hay retorno a esa inversión las personas estudiarán otro idioma. El factor más obvio es que ese idioma dé acceso a mercados, por ejemplo que sirva para encontrar un trabajo mejor pagado. Otra forma es la que se comenta al hilo de Juan Tamariz: que exista una verdadera creación intelectual de élite en el mismo.

Para eso necesitas tener pensadores de primer nivel, científicos de primer nivel, artistas de primer nivel, empresarios de primer nivel, todos ellos produciendo conocimiento que el resto del mundo quiera conocer de primera mano, sin delegar en ediciones traducidas.

Ecocatastrofismo y predicciones

Remains of a post-human city

En el tren leía hoy un buen artículo de Noah Smith sobre ecocatastrofismo del siglo pasado, ya que pese a ser un tema de actualidad, el mismo ha dado mucho que hablar desde la década de 1960. De hecho, entender que no es la primera vez que el ecocatastrofismo es de actualidad y qué salió mal en las predicciones en aquel momento nos ayuda a entender las reacciones en torno al cambio climático.

Una frase curiosa extraída del mismo, traducida al vuelo:

Obviamente, nada de eso sucedió jamás. ¿Pero por qué? De hecho, hay una serie de razones. Pero el principio más relevante aquí es que proyecciones extremas de tendencias recientes tienden a no materializarse.

En aquel momento, la preocupación era el aumento de la población y el agotamiento de los recursos. Los decrecionistas actuales, que enmarcan su petición en el impacto humano sobre el medioambiente y el cambio climático, son en realidad un eco de aquellos decrecionistas originales. Y las predicciones eran apocalípticas: morirían en unos años millones de personas en Estados Unidos e Inglaterra morirían de hambre. Ese en unos años se refería a la década de 1980; nada de eso sucedió.

Además de la consabida habilidad de los expertos para errar en sus predicciones, hay dos motivos principalmente que contribuyeron a que Ehrlich errase escandalosamente en sus predicciones:

  • Una nueva ola de innovación agrocultural ha permitido cuadruplicar la producción de alimentos sin aumentar significativamente los recursos utilizados para obtener esta producción.
  • Con la mejora de las condiciones de vida y el aumento del urbanismo hubo una disminución de la natalidad general global.

Al final la solución de la humanidad a los retos es la que siempre ha sido: más ingenio, más tecnología.

Por otra parte, la población aumenta pero el ritmo de crecimiento es mucho menor, hasta el punto de que el verdadero peligro en general podría ser que la población deje de aumentar y comience a decrecer. Gran parte de la prosperidad y el aumento de riqueza de la humanidad provienen de aumentar tanto la productividad de las personas con mejor tecnología como de aumentar el número de personas que producen más. Sin ese doble factor, no está nada claro que la mejora en las condiciones de vida continúe como lo ha hecho en los últimos dos siglos.

[Imagen: Ruinas de una ciudad posthumana, hecha con Stable Diffusion.]

Coche autónomo, responsabilidad en caso de accidentes y espacio en el coche del futuro

Car in the middle of the city at night

Si en un par de décadas el coche no lo condujere la persona sino el software, ¿quién sería el responsable en caso de accidente? Debería ser quien lo conduce, pero si el coche es autónomo la figura del conductor como la conocemos ya no es tal. En el escenario de máxima automatización, el coche va solo y eso abre opciones para repensar qué hacen las personas que van dentro de él.

Sin embargo, me barrunto que hordas de abogados de todas esas empresas que aspiran a controlar tu coche intentarán al mismo tiempo que la responsabilidad última siga siendo del ya-no-conductor. Y esto haría que no se pudiese repensar el vehículo.

Imposible saber a favor de quién se decantará esa balanza, pero tengo pocas dudas de que esa decisión legal habrá que tomarla. No obstante, no abriguen muchas esperanzas, en toda discusión suele tener ventaja el grupo mejor organizado. Y en este caso, los potenciales propietarios de grandes flotas de vehículos tienen ventaja.

Lo cual nos lleva a una derivada con impacto en el rediseño del interior de los vehículos. Supongamos que la figura del conductor ya no es necesaria. Nos sobran por tanto el volante y los pedales, pues ya no son necesarios. Eso libera espacio dentro de un habitáculo en general bastante limitado. Pero podríamos ir más allá: ¿no podrían los asientos delanteros volverse de forma que todos los viajeros se vean las caras? De esta forma, la tecnología nos devolvería más tiempo para estar más cerca de las personas, y no separados de ellas.

Ciencia ficción quizá, pero ¿por qué no? En cualquier caso, lo primero es que estamos lejísimos de tal cosa. Lo segundo es que aún cuando la técnica lo haga posible, no espero que la regulación legal favorezca ese tipo de revolución dentro de nuestros coches.

[Imagen: Car in the middle of the city at night, hecha con Stable Diffusion.]

El advenimiento de las empresas especializadas

Modern city in the style of Giger

Al contrario de lo que todos pensamos de forma casi inconsciente desde mediados del siglo XX, parece que actualmente la tendencia de las empresas es a especializarse, lo que viene a ser un cambio respecto de lo observado a partir de 1950, cuando las empresas se hicieron tan grandes que empezaron a diversificase para mitigar riesgos en su principal sector de actividad.

Esta tendencia a la diversificación derivada del hipercrecimiento es lo que a día de hoy casi todo el mundo diría que está pasando. Al fin y al cabo todas estas personas han estudiado leyendo libros que cuentan el proceso de aparición de la clase directiva profesional, Peter Drucker, y el nacimiento de las grandes consultoras de management.

Sin embargo, de acuerdo a Lorenz Ekerdt y Kai-Jie Wu, ambos investigadores de la Universidad de Rochester, en The Rise of Specialized Firms, documento publicado el pasado noviembre de 2022, esta tendencia se ha invertido en las últimas décadas. En el resumen del artículo dicen:

Firms specializing in fewer industries now account for a substantially greater share of production than 40 years ago. This reallocation is a key driver of rising industry concentration. Specialized firms have displaced diversified firms among industry leaders

Algunas ideas que se exponen a lo largo del artículo alrededor de esta observación:

  • La alta calidad es difícil de replicar en diferentes industrias. Así, la especialización dificultad la transversalidad porque replicar la calidad en otra industria es muy difícil.
  • Al mismo tiempo protege contra recién llegados a tu industria, ya que cualquier conocimiento en otro sector les va a ayudar poco a producir con alta calidad.
  • El cambio está más relacionado con el aumento de la demanda para productos de mayor calidad que a cambios estructurales en la naturaleza de la competencia.
  • La porción de beneficios concentrados en las grandes empresas crece y se relaciona con la creciente demanda relativa para productos de mayor calidad y con el hecho de que empresas más especializadas tienden a producir productos de mayor calidad.
  • Adicionalmente, empresas más especializadas tienden a cobrar proporcionalmente más por sus productos. Si bien esto es también dependiente del tamaño de la misma de modo que empresas muy especializadas pero muy pequeñas no se estén beneficiando de esto tanto como empresas muy especializadas que además sean grandes.
  • Esta hiperespecialización parece ser una respuesta a la irrupción de China en el mercado internacional. Dado que los países emergentes, como lo era China en 1990, exportan productos de muy baja calidad, la respuesta del mercado para superar a esta competencia de bajo coste ha sido especializarse persiguiendo mayor calidad en un abanico menor de productos por los que se pueda cobrar más proporcionalmente.

[Imagen: Modern city in the style of Giger, hecha con Midjourney.]

Aprendizaje e inspiración

If you ever have to make a choice between learning and inspiration, choose learning. It works more of the time.

Lois McMaster Bujold, Falling Free

En línea con aquello de que la suerte favorece a quien se prepara, y también con aquello de que la perseverancia derrota a menudo al talento.

Tendrás coche, pero no lo conducirás

Super futuristic car

Las cosas claras, y en el título hago una conjetura que no está nada clara. Si el parque móvil mundial ha de electrificarse, ni siquiera está claro que dentro de veinte años vayas a tener coche. Porque no hay metales para tanto coche, dicho por la propia industria minera.

Pero si sigo por esa línea nos quedamos sin post en el blog antes de empezar, así que asumamos que sí que tendrás tu coche en el mismo sentido en que tus padres lo tuvieron, o que tú lo tienes ahora. Aceptado ese primer punto for the sake of the argument centrémonos en el siguiente: incluso en el caso de que tengas coches, no te van a dejar conducirlo.

La capacidad del software para conducir un coche de forma autónoma solo puede ir a mejor. La de los humanos es la que es, nuestra evolución biológica es lenta mientras que la mejora de las computadoras es rapidísima. Es cuestión de tiempo que la máquina conduzca mejor que nosotros. Escribíamos en 2018 acerca del primer accidente mortal causado por un coche autónomo:

Lo relevante no es la primera víctima mortal de un coche autónomo, sino la última. No habrá una última en términos absolutos, por supuesto, pero sí conceptualmente: un día los coches autónomos provocarán menos accidentes que los hasta ahora convencionales; y no será noticia porque tendemos a pasar por alto cuando las cosas sencillamente funcionan.

En 2019 volvíamos sobre el tema e hilábamos para hablar de ajedrez y de cómo el mejor humano jugador de ajedrez nunca volverá a superar a la mejor computadora para jugar al ajedrez.

Entonces me dio por pensar que en los años noventa, algún periodista debió escribir algo parecido acerca de cómo los ordenadores eran incapaces de ganar a los mejores jugadores del mundo de ajedrez. Seguro que cuando Kasparov ganó la revancha a Deep Blue también lo escribieron. Recordé entonces que hace ya unos quince años que el mejor humano (entonces, Ponomariov) derrotó por última vez a la mejor máquina para jugar al ajedrez, como conté en su día; y que eso ya jamás volverá a suceder.

Me gusta el ajedrez, pero volvamos a hablar de coche autónomo. En Xataka tienen una nota en la que se lamentan un poco a causa de los nuevos controles por software en los coches nuevos: posibilidad de apagar el motor en remoto, forzarte a cumplir el límite de velocidad, y otras cosas más. La geolocalización constante implica un riesgo para la privacidad, pero desde el momento en que no hemos renunciado a llevar el móvil en el bolsillo, ¿realmente vamos a quejarnos porque el coche esté geolocalizado mientras llevamos el teléfono encima las veinticuatro horas?

Hay aspectos claramente positivos, el coche conectado que se relaciona con su entorno (tanto las nuevas luces de emergencia como la señalización de obras conectada a internet). Los nuevos proyectos de ámbito europeo para mejorar la seguridad vial gracias a dotar de internet a los coches son prometedores.

Pero volviendo a la queja. ¿Qué tan grave es que el coche por defecto te limite la velocidad a lo que el tramo permite? Dejemos de lado que este sistema te previene de multas de exceso de velocidad (o de aparcamiento) por simple e intrascendente, excepto para tu cartera, despiste. Llévemoslo al extremo: si el software conduce estadísticamente mejor que las personas, ¿no sería precisamente lo más ético priorizar que sea la máquina la que conduzca el coche para minimizar las víctimas?

Vamos a un escenario de robotización de aún más tareas. La conducción de los coches, ya sean propiedad individual o flotas de taxis propiedad de empresas que se especialicen en ese servicio, es candidata a ser automatizada. ¿Qué argumentos habrá a favor de la conducción humana cuando la conducción automática sea significativamente mejor y ceder el control a la máquina salve miles de vidas cada año?

[Imagen: Super futuristic car, hecha con Stable Diffusion.]

Matter, un estándar abierto para la domótica

Matter, logo

¿Ven este logo que acompaña esta entrada? Si aún no lo conoce, no se preocupen; pronto lo tendrán hasta en la sopa. Es el logo de Matter, el nuevo estándar abierto para domótica cuya primera especificación final se publicó hace unos meses y al que se espera que den soporte progresivamente todos los dispositivos conectados a Internet que tendremos en casa en el tiempo por venir.

El problema de la domótica hasta ahora ha sido que diferentes empresas han intentado imponer su propio sistema como estándar de facto forzando incompatibilidad con la competencia, para arrinconarla. Ése ha sido el caso de los principales actores: Google y Amazon. Como consecuencia, durante varios años hemos vivido una situación en que el cliente era libre de elegir una plataforma, para luego comprometerse con ella hasta límites insospechados, ya que unos dispositivos funcionaban con Alexa y otros con el asistente de Google.

La promesa de Matter es terminar con esa incompatibilidad. Veremos si se consigue, pero al menos es buena noticia que en el consorcio que lo promueve están los principales implicados. Lo esperable es que en los próximos meses todos los fabricantes proporcionen actualizaciones para sus dispositivos que añadan este soporte, algo que debería comenzar a ser la norma para los dispositivos que se compren nuevos pasado un tiempo razonable. En estos casos, este logo vendría a señalar que el dispositivo soporta este nuevo protocolo. Algo como indicar que el dispositivo soporta WIFI6 o que una sartén es compatible con una placa de inducción. De hecho, diría que el logo de Matter pronto será tan ubicuo como el de la WIFI. Pero eso es el futuro y no podemos estar seguro.

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