App Stores

Vamos a hablar de las famosas App Stores para móviles.

El hype en el que se amparan todas las compañías que están metidas de lleno en la lucha por los nuevos sistemas operativos móviles[1] (que son las de siempre: Microsoft, Apple, Google) habla de las App Store como la panacea: un sistema que permite encontrar fácilmente la aplicación que buscas y comprarla ahí mismo, dejándole tu comisión a la compañía (ver lista anterior) de turno.

Siempre me llamó la atención que las tan cacareadas App Store no son más que Repositorios de pago. ¿Cómo evita la compañía que en un ecosistema abundante como Internet le aparezca competencia que tire los precios de acceso al repositorio? Pues impidiendo mediante DRM la ejecución de software que no provenga del repositorio oficial, a menos que crackees tu teléfono (algo ilegal en España).

¿Cómo la gente permite que mediante DRM se vulnere una libertad básica en todo sistema de mercado como es elegir a quién le compras algo (en este caso software)? ¿Cómo la gente permite, para colmo, que la reconversión en servicio de pago y restringido de lo que en otras partes existe como algo gratuito y libre sea adjudicado como una nueva gran invención del encantador de serpientes de siempre?

Supongo que con esas preguntas empiezo a pisar terreno enfangado de simple dejadez en el mejor de los casos y de impenitente fanboyismo en el peor, así que mejor lo dejo correr. Pero no quería dejar de pasar este post más tiempo (ciertamente ha estado muchos meses en borrador).

Nota:
[1]: por cierto, que mucho hablarnos todos de «la nube», pero a la hora de la verdad están todos peleando a ver quién controla… el mercado de sistemas operativos móviles. Cuando menos, curioso; pero de eso hablaremos otro día.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

3 comentarios

    1. Joooor, lo de la App Store de Google no lo había visto, pero lo imaginaba porque el negocio ahí está en cerrar el grifo.

      Lo del encantador de serpientes sí lo ví. Pero como no creo en esos premios (mis impuestos malversados a mayor gloría del Régimen) pues no me sorprende…

  1. La gente lo permite justo justo por el mismo mecanismo antinatural de pagar por hacer publicidad de una marca.

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