El capitalismo del desastre

«En brutal contraste con el ritmo glacial al que se repararon los diques y la red eléctrica en Nueva Orleans, la subasta del sistema educativo de la ciudad se realizó con precisión y velocidad dignos de un operativo militar. En menos de diecinueve meses, con la mayoría de ciudadanos pobres aún exiliados de sus hogares, las escuelas públicas de Nueva Orleans fueron sustituidas casi en su totalidad por una red de escuelas chárter de gestión privada. Antes del huracán Katrina, la junta estatal se ocupaba de 123 escuelas públicas; después, sólo quedaban 4. Antes de la tormenta, Nueva Orleans contaba con 7 escuelas chárter, después había 311. Los maestros de la ciudad solían enorgullecerse de pertenecer a un sindicato fuerte. Tras el desastre, los contratos de los trabajadores quedaron hechos pedazos y los 4700 miembros del sindicato fueron despedidos2. Algunos de los profesores más jóvenes volvieron a trabajar para las escuelas chárter, con salarios reducidos. La mayoría no recuperó su empleo.»

Naomi Klein, La doctrina del Shock

Ref.
[1]. Michael Kunzelman, «Post-Katrina. Educators, Students embrace charter schools». Associated Press, 17 de abril de 2007.
[2]. Steve Ritea, «New Orleans Teachers Union Loses Its Force in Storm’s Wake». Times Picayune (Nueva Orleans), 6 de marzo de 2006.

Una escuela chárter es una escuela privada (gestión privada y capital privado) que recibe fuertes subvenciones del gobierno público. Aquí reciben otro nombre: escuelas concertadas. Aunque cada vez más éstas se diferencien menos de las escuelas privadas, que también reciben ayudas del gobierno, algo incomprensible mientras las escuelas públicas se quedan cada vez más cortas de material.

Comencé a leer La doctrina del shock de Naomi Klein, apenas rasqué la superficie pero promete ser muy interesante.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.
Este blog usa cookies para su funcionamiento.    Más información
Privacidad