Movilidad socioeconómica, mérito y esfuerzo individual en contexto

Stunning Fantasy Dimension

Hablemos de movilidad social y de cómo condicionan las condiciones de partida (país de nacimiento, posición económica familiar) el éxito y el desempeño personal de las personas.

Hay una muy interesante entrevista con Branko Milanovic, en la que recogemos la siguiente cita sobre qué parte de nuestro ingreso es atribuible a diversas variables como el lugar de nacimiento, la familia en la que nacemos, y nuestro propio esfuerzo:

Essentially, I found that when you put all the people in the world from every country in groups of percentiles, from the poorest 1% to the richest 1% for each country, and ask how much of the total income of these groups can be explained by the variable of the country of birth, you basically get an answer of 0.6. This is extraordinary! To put it differently, 60% of your lifetime income is determined by your place of birth. I then combined this with some estimates regarding intergenerational transmission of income, namely, where in the income distribution were your parents, etc., and it turns out that 80% of your income can be explained by the two factors of your country of birth (60%) and your parents’ income position (20%). The remaining 20% can be attributed to effort, luck or whatever else is the residual (gender, race).

Las negritas son mías.

Como hablamos datos estadísticos hay que revisar bien los contraargumentos: en general hay casos casi de cada ejemplo que uno quiera encontrar. Habrá personas que con su esfuerzo consigan tener una influencia mucho mayor a ese 20% en sus ingresos y otros que no tengan el mismo éxito.

Por otra parte, si consideramos que los dos últimos déciles de un país moderadamente rico como España están en el top 8-10% más rico del planeta, bien puede ser que ese 20% que tienes en tu mano marque la diferencia entre tener un progreso aparente y perceptible de tus condiciones de vida, cuando te comparas con tu entorno, en tu ciudad. Quizá ese 20% sea suficiente para sentir que eso que venimos en llamar ascensor social funciona realmente.

Pero, ¿funciona realmente ese ascensor?

Si atendemos a los datos recogidos por Javier Soria Espín en su artículo publicado en mayo de 2022 (Esade), en España, 7 de cada 10 personas que se encuentran en el primer quintil de ingresos (top 20%) son hijos de padres que no estaban ahí, con lo que, aún siendo mejorable, sí que hay hueco para la meritocracia. Sí, es más fácil acabar en ese quintil de arriba si tus padres ya estaban, pero no es ni mucho menos garantía de éxito. Conviene no olvidarlo para no olvidar el origen de la riqueza de nuestras sociedades.

El hecho de que tantas personas que empezaron más abajo en esa distribución alcancen el escalón de arriba del todo nos brinda una nueva perspectiva desde la cual entender ese 20% de ingresos no dependiente ni del lugar geográfico de nacimiento ni de los ingresos familiares. Puede que dentro de que sea una fracción pequeña del total de los ingresos, quizá sea suficiente para mantener con vida la movilidad social y que los méritos personales reciban la recompensa que quienes denostan la meritocracia atribuyen a otras causas.

Si consideramos que los empleos que dan acceso a ese escalón superior suelen requerir formación universitaria, toca entonces reivindicar que la degradación de la formación superior, bien por la caída de la calidad de una universidad pública cada vez menos exigente curricularmente bien por el fraude académico que regala títulos y acceso a mercado laboral privilegiado a sus élites, es uno de los principales peligros que tenemos para proteger esa movilidad social. Sin mecanismos que hagan valer el mérito individual ese ascenso podría verse más dificultado, pues el 20% de ingreso sobre el que podemos influir y que habilita el ascenso social podría reducirse y ser insuficiente para garantizar que realmente exista.

[Imagen: A stunning image of a portal to a fantastic dimension, creada por éste que les escribe usando Midjourney.]

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

2 comentarios

  1. Me parece que hacer el ejercicio a escala global no tiene mucho sentido. Es evidente que si naces en Ghana serás más pobre que si naces en Luxemburgo. Es de cajón. Una obviedad.

    Dentro de un país es ejercicio es más interesante. Luego se ve que es más del 20%, dependiendo del país.

    Otra perspectiva que falta en el análisis es la parte dinámica. En países dinámicos, como EEUU, uno puede estar unos años en el top 1% para caer luego. Piensa en todos los criptoricos que pronto serán taxistas.

    1. Está claro que hilar más fino es relevante. Pero aún así, que el agregado dé esos valores indica que la situación que puedas percibir no es una anomalía local, al menos cualitativamente.

      Cuantitativamente las diferencias pueden llegar a ser mayúsculas y es cierto que por proximidad y escala humana seguramente es más interesante el análisis país a país.

      El ejemplo de EEUU es algo que intenté encontrar pero no logré encontrar un enlace con el tipo de comparación que recuerdo haber leído en algún momento. Básicamente, se suele medir el porcentaje de la riqueza en manos del top de personas más ricas, pero nunca se suele mencionar que si miras los nombres de esa lista hace 20 años y ahora apenas hay nombres en común porque se trata de un sistema muy dinámico. Como no encontré el artículo que buscaba, pues se quedó la afirmación en el tintero, por no intentar confundir.

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