Llamamos creencias de lujo a las ideas y opiniones que adoptan y difunden las élites sociales y económicas (principalmente personas con altos niveles de educación y estatus), cuyo principal efecto es aumentar su propio estatus social.
Es una actualización del concepto de consumo conspicuo de Thorstein Veblen, que ya en el s. XIX describía cómo lo que él llamó la clase ociosa, que a menudo adquiría y exhibía bienes y servicios de lujo no para satisfacer una necesidad funcional o práctica, sino para demostrar riqueza, estatus y poder social ante los demás.
El punto crucial en torno a estas creencias de lujo es que el coste de las consecuencias negativas de estas creencias de lujo recae en otros pues su impacto es mucho menor en la élite que las promueve llegando a ser devastador en las clases sociales más bajas o desfavorecidas.
Algunas de las ideas de lujo que Henderson analiza en su libro tienen que ver con los siguientes temas:
- Familia tradicional: La idea de que todas las estructuras familiares son igualmente funcionales o que la familia biparental no es un factor importante para el desarrollo infantil. Henderson argumenta que, si bien esta creencia puede ser adoptada por la élite con poco costo, la inestabilidad familiar tiene un impacto mucho más devastador y costoso para las clases bajas y medias.
- Vocabulario académico woke. El empleo de conceptos complejas como heteronormativo, cisgénero, o apropiación cultural redirige directamente a la necesaria inversión de tiempo para enetnder y manejar ese vocabulario, y es esa señal la que confiere estatus.
- Apoyo a ciertas políticas cuyo impacto pagan otros: El apoyo a la inmigración ilegal o el objetivo de cero emisiones como ejemplos en este ámbito. Aunque estas políticas pueden tener un coste real en la economía o en la seguridad de las comunidades, las élites que las promueven no suelen ser las que sufren las consecuencias directas de su implementación.
En el blog
- Creencias lujosas, 2022.
