Toros, olé, bravo, macho, cojones, paella, siesta, tortilla y botellón

Primero fueron los toros, ¡bravo!, los olés, la tortilla o la paella. Los machos, los cojones (y cajones, como dicen los yankees para dar a entender que ellos son muchos más elegantes que tú, vulgar pronunciante de cojones, aunque el resultado sea absolutmente ridículo), y la siesta. Sin embargo, la última aportación del español al pidgin universal es Botellón.

Foto: 20minuten.chSorprenderte y cierto: en Suiza la gente hace «botellón». No se van a beber a la calle, como hicieron siempre, como todos nosotros también hacíamos hace ya una jartá de años aunque nadie se hubiera inventado aún el palabro que nos ocupa hoy. Ellos también hacen ya Botellón, así con tilde y todo (en eso se diferencian de los angloparlantes que no ponen una tilde a ninguna palabra en otro idioma; the american way, si yo no tengo tildes tú tampoco).

Hace unas semanas que lo venía viendo en la edición en papel de algunos periódicos gratuitos como el 20 minuten o el Blick [una búsqueda rápida da varias noticias recientes en la edición digital: 20minuten Zürich, «crisis del Botellón en Berna»] pero nunca me había topado con uno. Ayer me crucé con uno de esos Botellones suizos en el campus. Una pequeña pena no llevar la cámara encima para haber hecho una foto a los (como poco) mil suizos que estaban ahí bebiendo, en pleno campus universitario, a mediodía, un martes de un agosto cualquiera [nota: en Suiza no están de vacaciones, sino de exámenes finales].

En realidad lo que hacen son «macrobotellones», al estilo de esos que se hicieron por todo la península hace un par de años: convocatoria usando todo lo que tengas a mano (cualquier vía es válida: foros, correo-e, facebook o el móvil), invitas a toda la gente que conoces, se prende la mecha y el día D a la hora H están allí todos dispuestos a volver a casa andando a cuatro patas y hablando serbocroata. Existe hasta una página en la que se va registrando cada nueva convocatoria para facilitar que nadie se lo pierda: http://www.botellon.ch, ahí se pueden consultar los próximos organizados.

Es curioso que, una vez más, los medios han contribuido a sacar del «underground» a este movimiento de Botellones dándole una publicidad gratuita a todo el asunto. Se ve que pretendían criminalizar a unos pocos de jóvenes y lo que han conseguido ha sido justamente que todos los demás se unan a la fiesta. ¿Dónde he visto yo eso antes? :D

Habrá gente que estará pensando que menuda cosa estamos exportando al mundo, nada más lejos de la realidad: no hay nada de lo que preocuparse. Lo que me molesta no es que lo que tengamos que ofrecer al mundo sea el botellón, eso me alegraría. El botellón, visto de forma objetiva, no es más que un montón de personas haciendo uso y disfrute de los espacios públicos para su propia diversión: un montón de personas reclamando los espacios públicos para utilizarlos en sus propias actividades sean o no rentables para el ayuntamiento. El ayuntamiento, al fin y al cabo, se sostiene con los impuestos que pagan esas mismas personas y debería servirles a ellos y no al revés. Si lo que exportamos es el botellón y su idea de que la gente debe poder utilizar los espacios públicos para aquello que les dé la gana a ellos y no únicamente para aquello que no les prohíba el ayuntamiento (generalmente, sometido a intereses arbitrarios) yo de verdad no podría estar más contento.

A mí lo que me molesta es que nosotros tenemos hace ya tiempo una ley que nos impide hacer esto. Mantenemos (y mal tenemos) el mito de que vivimos con más libertades y más permisividad que nadie pero eso es falso. Suiza está llena de restricciones estúpidas y, sin embargo, aún pueden hacer cosas que nosotros ya no podemos hacer. En otros lugares ya sólo se puede beber en la calle donde el ayuntamiento te permite (generalmente en un ghetto oscuro fuera de la zona de bares y fuera de los lugares de reunión tradicionales de nuestras ciudades, que quedan para los ambientes «oficiales») o donde el ayuntamiento reciba su parte del pastel porque, eso sí, el botellón amparado por el ayuntamiento va viento en popa y cada vez está más fácil montarlo y es más difícil evitarlo: lo cual demuestra que esto sólo se hace por la pasta. En Málaga ya no dejan ir a la plaza de la Merced a beberte una copa, pero no cierran ninguna de las numerosas terrazas que hay en esa misma plaza. Al final todo esto se reduce a otro episodio más de disciplina y control. Beber en la plaza está mal si lo decides tú, pero está bien si vas a consumir el ocio controlado y programado por el ayuntamiento.

La próxima vez que ustedes se descubran pensando que viven en «La tierra de la libertad» (…hombres de luz que a los hombres, almas de hombres les dimos…) párense un minuto a comprobar si eso es cierto o si tan sólo son mitos que nos venden los «miedos de comunicación» para que nadie mee fuera del tiesto.

*** Relacionada:

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

10 comentarios

  1. Lo mejor que he leido/escuchado sobre el botellón en los años en los que los medios pusieron el debate en la gente de a pie , aqui hace muchos años que esta prohibido , perseguido y sancionado , no como en otros lugares que pese a estar prohibido se hace la vista gorda , aunque como tu dices , si entramos en el tema de menores dentro de los locales de ocio a los que no deberian tener acceso , la policia no pone tanto impetu , como para sancionar el botellón , debe de ser que la hipocresia de que es por salud en realidad es por negocio.

    http://vallesin.zonadencuentro.org/

  2. Se me van a saltar las lágrimas de ver la mierda en que se ha convertido la ciudad. Eso sí, tú te mereces un aplauso por el artículo. BRAVO.

  3. Gracias a los dos. De verdad hay cosas que no llegaré a entender y esta es una de esas. Da gusto ver que no uno está solo en sus ideas :)

  4. Buen articulo.

    Siendo español y viviendo en Ginebra, también me flipó la repercusión mediatica que tuvo este asunto en Suiza. Tenía la constumbre de hacer botellón de vez en cuando con 4-5 colegas como maximo en un parque (hombre, soy español!), pero nunca pensé que en este pais se reuniría a tanta peña. Todo empezó de la nada: un colega mio crea un evento en facebook, se va pasando y llegamos a 1300 personas «botelloneando» en un parque en el que normalmente no hay ni dios. De repente, articulos en blogs, periodicos, o sea, una repercusión mediatica increible. Se organizó un segundo botellón y nos cerraron el parque a ultima hora! Se habló tanto del tema que hasta los politicos se metieron en el asunto. Y como ellos deciden de todo, al final se tubieron que aprobar leyes sobre el botellón: ayer (20 de agosto) se decidió que los botellones estarian prohibidos en Lausana, Berna, Zurich, pero NO en Ginebra (mientras la cosa se controle). Youpiiii!
    Asi que aprovechemos y bebamos como cabrones!

    SALUDOS

    1. A mí también me sorprendió. A ver cómo lo gestionan… y a ver no lo prohíben, que esta gente necesita un hervor pa lo que viene siendo diversión xD

    2. Buenas, estamos escribiendo un artículo para los periódicos del Grupo Joly sobre la «exportación» del botellón a Suiza. He leido a un comentarista referirse al autor del evento en Facebook. Si teneis contactos de esta persona y accede a hablar con nosotros, estamos interesados en hacerle una entrevistilla. Gracias y ánimo con el blog¡

      1. Aqui tienes el link del grupo del botellon en ginebra, y podras discutir con los administradores (angel blanco y javier martinez garcia). El autor del evento en facebook no es ninguno de los, es otra persona que quiso guardar al anonimato, solo quiso lanzar una idea y punto… :-)

        saludos y hasta la resaka siempre

        http://www.facebook.com/group.php?gid=20019857701

    1. Ay, el Akismet se cepilló tu comentario, lo he descubierto de casualidad. ¡Es verdad que me olvidé a la Guerrilla!, ¡en seguida lo actualizo!

      Un abrazo

  5. No mencionas en el post que muchos de estos paises obligan a que haya grupos de voluntarios encargados de la limpieza o que sean los usuarios de los servicios sanitarios los que corran con los gastos de estos. A mí me parece bien que la gente se reuna a charlar, conocerse, pasarlo bien y divertirse, pero que acarreen con las consecuencias de sus actos, ya que los espacios públicos no son sólo para la gente que va al botellón y luego se marcha a casa.
    Otra cosa que no entiendo es por qué la gente tiene que que ponerse hasta «volver a casa andando a cuatro patas y hablando serbocroata» , pero eso ya es otro tema…

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