La tiranía de las minorías

«Con la llegada de la democracia, los sabios estatistas temieron la opresión de los grupos pequeños. Edmund Burke creía que «la mayoría de los ciudadanos es capaz de ejercitar la más cruel de las opresiones sobre la minoría». Los padres fundadores de los Estados Unidos –hombres como James Madison o Thomas Jefferson– expresaron preocupaciones similares. Las marcadas ambiciones de los revolucionarios franceses rápidamente degeneraron en linchamientos y terror. El aristócrata francés Alexis de Tocqueville, analizando la democracia en la flamante república americana acuñó la frase «la tiranía de la mayoría».

Y sin embargo, la tiranía de la minoría parece una descripción mucho mejor para la democracia actual. Dado que la mayoría de las personas tienen poco tiempo o energías que dedicar a la política, pequeños grupos con una fuerte motivación comercial, personal o ideológica ejercen una influencia desproporcionada. Esto da rienda libre a lobbistas a sueldo, y a individuales y organizaciones obsesionados con un único asunto.

He visto, a lo largo de los años el progreso exitoso de varios intentos de extender el periodo de vigencia de los copyrights existentes. Estas medidas no hacen nada para estimular la creación de nuevas obras. Su efecto es el de imponer un impuesto a todos los consumidores para el beneficio de un reducido grupo de compañías. Pero el interés público es difuso, cuenta con pocos medios y carece de liderazgo; el interés privado está bien enfocado y posee mejores medios económicos.»

John Kay, en su blog.

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

2 comentarios

  1. El mismo razonamiento lo podés extender a cualquier ámbito de la vida social (impuestos, políticas educativas, salud pública). Salvo ataques muy flagrantes a la mayoría, las grandes decisiones siempre las toma un grupo pequeño.

    1. Completamente de acuerdo, Enrique, para lo bueno y para lo malo, un grupo pequeño de personas que se proponga trabajar por una causa puede llegar a cambiar las cosas (para el bien general o no, depende de lo que ese grupo de personas se proponga).

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