No al RFID implantado en origen

«Ningún europeo debería llevar un chip en alguno de sus bienes sin saber exactamente qué es, o sin la opción de retirarlo o desactivarlo en cualquier momento.»

Viviane Reding, comisaria europea, lo dijo al hilo del anuncio que comentamos anteriormente
(gracias, DavidM)

En realidad, Reding se está posicionando con esa frase en contra del implante en origen de chips RFID (como el que tiene lugar en los zapatos), ya que es este tipo de implante de chips el que habitualmente no se puede eliminar de ninguna forma y el que pasa más desapercibido para todos nosotros.

¿Es ésta la misma Viviane Reding que se alinea en contra del p2p? Sí, lo es. De hecho, es la misma Reding ya anunció a finales de 2006, al anunciar las conclusiones de la consulta pública sobre RFID que «si hiciera falta una ley sobre RFID que satisfaga las peticiones ciudadanas se haría». El resultado de la consulta fue, como pueden imaginar, de rotundo rechazo a la RFID y a su influencia en nuestra privacidad.

Estamos en 2009 y la legislación sobre no ha llegado (y casi ni se la espera). De hecho, todo el plan maestro sobre RFID de la comisión europea se limitó a hacer otra consulta, casi 2 años después. Purito síndrome de la gestapo.

Como quiero mirar en positivo, voy a creer que esta declaración es un hálito de esperanza. Aquí somos de la opinión de que ningún objeto debería incluir RFID que no sean eliminables a voluntad del usuario sin destruir el objeto ni perder la garantía. Incluso tenemos una pequeña noción de lo que le pediríamos a una ley que regulase el uso de RFID.

Bonitas palabras, pero permitanme ser escéptico una vez más. No sé, quizá para 2015, cuando tengamos RFID hasta en los dientes y lleven años por todas partes, la UE se limitará a aprobar su uso, como hicieron con los RFID en los pasaportes. Por cierto, ¿crees que Reding se ocupa de que los ciudadanos sepan lo que hay en esos pasaportes? Cuando yo recibí el mío no lo sabía ni la misma policía que me lo estaba haciendo (chanante).

En fin… mañana más. Y no olviden que sobre RFID, aunque últimamente lo tratemos menos, hablo bastante en La sociedad de control ;)

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

4 comentarios

  1. Lo mismo en esa revisión de la que habla la Reding al final de su discurso va a incluir alguna regulación sobre el RFID.

    Un saludo

  2. Salud

    Esto me recuerda a la legislación sobre protección de datos, no se impide que «se hagan» con tus datos, pero te dan la «posibilidad» de que tus datos sean borrados. Es lo que veo con lo de estos chips, que o sepas que tienes RFID y qué info lleva o puedas quitarlo (o las dos cosas, vaya). Lo de siempre, la mayoría de gente ni sabrá que es ni lo quitará aun sabiendo.

    Otra vez, como decía en otro de mis comentarios, «puro formalismo» (mejor que la otra opción -el que te los metan hasta en la sopa y te prohíban removerlos, como con los DRM- ya es, eso sí).

    [Para esta gente p2p no es un tema de privacidad, por ello aunque suene completamente contradictorio, el defender la posibilidad de que el RFID pueda removerse y el atacar -querer controlar o eliminar- las redes p2p no es contradictorio.]

    Hasta luego ;)

    1. ¿El p2p es privacidad? Hasta cierto punto sí: todo en la red (desde el momento en que dejamos un rastro con cada click) es privacidad. Pero en lo fundamental el p2p es más otra cosa: libre comunicación en la red, la posibilidad de conectar con el computador que yo quiera y pasarnos los datos que queramos… libremente. el p2p es más neutralidad de la red y libertad de comunicación/expresión.

      En realidad, las dos cosas tienen algo en común: privacidad y libertad de comunicación son derechos fundamentales. Dos facetas diferentes de ese conjunto de derechos que no nos deberían quitar. Y es ahí donde la comisión ataca sin reservas uno de esos derechos y al otro le pone paños calientes (sin llegar a legislar, años después…), palabras bonitas pero nada más. Y eso, hasta cierto punto, sí me parece contradictorio: que una misma institución nos diga «tus derechos son» y luego ataque algunos de esos derechos cuando los estamos reclamando…

      Hasta luego!

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