Este post incluye una pequeña explicación del High-bandwidth Digital Content Protection o HDCP, que es una tecnología DRM incluída en los nuevos formatos de contenidos audiovisuales. En español se traduciría como «Protección de contenidos digitales de banda ancha».
HDCP es el acrónimo en inglés para High-bandwidth Digital Content Protection, tal como hemos señalado. Si has oído hablar alguna vez el término HDCP sería seguramente acompañando a «DRM», «HDMI» o «restricción de derechos de uso». Es así porque esta HDCP se encarga precisamente de limitar lo que se puede hacer con la información y los contenidos audiovisuales. Es por tanto una tecnología molesta para las personas, pues restringe su libertad y no respeta las libertades básicas (como el derecho a copia privada) que nos da la ley.
Las preguntas derivadas son inmediatas y evidentes: ¿qué es? y ¿cómo funciona? Vayamos por partes. A la primera (¿qué?) la respuesta es «una herramienta de restricción -eliminación- de derechos bajo el aspecto de un DRM convencional». Esta herramienta es fruto de la pasión que Intel siente por sus clientes, a los que vende un hardware que en todo momento impide que los datos que se van reproduciendo sean interceptados para que no puedan ser registrados ni copiados a otro soporte. Además, de este modo los dvd de alta definición tienen limitada su calidad de imagen a la de un dvd convencional si los ves en hardware que no soporte esta restricción impuesta por Intel.
De este modo HDPC es una limitación que hace que sólo puedas utilizar dispositivos que los gestores de contenidos (los mafiosos, también llamados los candadistas) considere «seguros», algo que normalmente irá asociado al hecho de haber pagado por ello. No hay beneficio para el usuario, sólo dolor y pérdida al mismo precio que antes (eso si es que no les suben el precio), para colmo pagas más por ello: este hardware que permite encriptar y desencriptar emisiones de vídeo de banda ancha cuesta una pasta. Pagar, pagar, pagar, con la de verbos que tiene nuestro idioma y que haya gente que sólo conozca uno…
La parte del cómo funciona es un poco más delicada y ya solo interesará a algunos iluminados, aquí lo explican (en inglés) a la perfección, tanto lo técnico como las consecuencias mundanas para todos nosotros. Ese punto de maldad intrínseco de los sistemas de DRM.
Pero aún hay otra pregunta más que nos hacemos todos: ¿Cómo evitamos estos sistemas? La respuesta más simple se limitaría a esperar que algún «hacker» rompa el sistema anticopia: «porque yo no sé hacerlo» diréis muchos. Hay un sistema que sería realmente efectivo: No comprar películas ni contenidos que estén protegidos con esta tecnología. Boicot, sí. Si se dan cuenta que venden más copias de las películas cuando no van protegidas con DRM las venderían sin DRM… Es cuestión de mercado, ya que las empresas entienden de negocios: Si el hardware que limita tus derechos no se vende y si las películas y la música que no te permite copiarla y reproducirla donde tú quieres no los compra nadie, dejarán de fabricarlos. Pero para que funcione tenemos que hacer un boicot de verdad a estos productos.
Bueno, Así que ya sabéis, cuidado con lo que compráis, no le hagáis el juego a estas empresas que dicen vender películas pero no les ponen la etiqueta que merece la ocasión.
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