De colegios, cabalgatas, y el rol de la administración

Hay revuelo con que el ayuntamiento de Madrid haya impedido a un colegio participar con su carroza en la cabalgata de reyes.

El colegio en sí está gestionado por una institución católica (Opus Dei) y al parecer el motivo de la exclusión es que mantiene clases separadas para niños y para niñas. Podemos leer tanto la versión del colegio como la del propio ayuntamiento.

Voy a ser claro: no me parece acertado separar a niños y a niñas en la clase, creo que es algo de otro tiempo y sin duda algo que supone un problema para los críos, que se educan (aún más) alejados de la realidad.

Pero la verdadera cuestión al hilo de este veto municipal no es ésa, sino otra: ¿cuál es el rol del ayuntamiento en tanto que administración pública y Estado?

Como ciudadano y pagador de impuestos pido al Estado algunas cosas en relación con las instituciones educativas:

  • que la religión permanezca en el ámbito de lo familiar y lo privado, que cada familia sea libre de educar a sus hijos en la fe que quieran, pero que esta educación no se haga en las escuelas con el dinero de todos.
  • si una institución no cumple los criterios curriculares y formativos requeridos, se le ha de retirar la licencia que la acredita como institución educativa.

No hay más. Puedo estar en desacuerdo con el fondo y la forma de la educación impartida en esos colegios, pero la labor del estado termina ahí; la labor del ayuntamiento no puede ir más allá, desde luego no al punto de impedir al colegio participar en una cabalgata. El ayuntamiento, mal que pese a quien siente la necesidad de agradar sobre todo a sus afines, ha de gobernar para todos los vecinos, también para los ultracatólicos.

Yo no llevaría a mis niños a un colegio así, y desde luego el Estado no debe financiar colegios con esa forma de trabajar con los niños. No tengo los conocimientos suficientes para saber si esta diferenciación a nivel de aulas es suficiente para retirar la licencia al citado colegio, pero resulta que tampoco es la cuestión pues creo que retirar esa licencia no es competencia municipal.

No corresponde al ayuntamiento excluir a una institución de un acto como ése. Si el ayuntamiento cree que ese colegio merece sanción por otros motivos, que inicie los trámites. Pero no, el tema es que el ayuntamiento de Madrid vuelve a mezclar churras con merinas, el objetivo es no dejar de hacer campaña ni un día. Cuando no son las reinas magas es la exclusión de un colegio católico de una cabalgata festiva de inspiración católica. Les ha faltado añadir que lo hacen por su bien.

Ajusticiar cuentas con rivales ideológicos por vía administrativa es la forma más rápida de ser injusto. La jueza Carmena seguro que lo tiene claro, ¿lo tiene claro la alcaldesa Carmena?

Jose Alcántara
Resolviendo problemas mediante ciencia, software y tecnología. Hice un doctorado especializado en desarrollo de hardware para análisis químico. Especialista en desarrollo agile de software. Más sobre Jose Alcántara.

7 comentarios

  1. José, suscribo gran parte de tu post. Sobre todo, en lo que hace a la idea de una intervención mínima.

    En lo relativo a la valoración sobre la educación diferenciada, no sé por qué habría de quitársele la licencia al colegio por esta razón. Ahí tendrías que abundar más pues si los resultados académicos acompañan y el desarrollo de los niños es adecuado, no veo dónde está el problema. De hecho, creo que en el comunicado del colegio se dice que solamente una parte de las aulas son de educación diferenciada. Por otra parte, creo que hay colegios que mantienen educación diferenciada durante las clases pero, en realidad, son mixtos para los demás tiempos de convivencia.

    Con sinceridad, no llevo a mis hijos a un colegio así pero hay mucha literatura que demuestra la existencia de una sicología diferencial a tener en cuenta y también algunos manifiestan que el modelo educativo de hoy día es más femenino que masculino y que eso perjudica a los chavales.

    Finalmente, en Inglaterra parece que el tema está totalmente normalizado según esta noticia de 2013 donde este tipo de sistema aparece en colegios públicos, religiosos y laicos privados: http://www.abc.es/sociedad/20130911/abci-colegios-ingleses-educacion-diferenciada-201309102111.html no lo pego como argumento de autoridad pero sí como ejemplo de un país donde no hay componentes históricos como en el nuestro.

  2. Muchas gracias por comentar, Carlos.

    Coincido en tu comentario, creo que no me expliqué con claridad. Lo que digo en el artículo es que si hay que cuestionar los métodos del colegio, ha de hacerse en base a aspectos académicos y educativos. A los colegios se les juzga así y aprovechar que el Pisuerga pasa por aquí para ajustar cuentas con una institución es poco elegante, como mínimo.

    Si hubiere que tomar medidas, éstas serían del tipo de medidas y sanciones que se toman con las escuelas (en un caso extremo, inhabilitarla como escuela). Sin embargo, no afirmo que haya que hacer eso, incluso dos párrafos más abajo aclaro que «No tengo los conocimientos suficientes para … »; vamos, que afortunadamente (porque no tengo ni idea de esos temas) no me compete a mí valorar eso, como tampoco compete al ayuntamiento.

    Aún así, en el ayuntamiento han decidido no quedarse con las ganas de darle caña a esa escuela tan sólo porque no coinciden con ellos ideológicamente… Y eso no me parece justo: el ayuntamiento es ayuntamiento para todos, incluso para aquellos con quienes no coincide en sus percepciones el representante institucional.

  3. Disculpa que posiblemente me apresuré y no entendí bien. Desde luego, pocas personas están dispuestas a defender lo justo incluso para defender a alguien alejado de sus posiciones y eso te ennoblece. Con actitudes así la política y el mundo en general sería otra cosa. Gracias!

    1. Nada, es que el post lo escribí en 2 minutos y las frases largas pueden ser confusas. No me tengo por alguien especialmente noble, je je, más bien creo que lo mínimo (minimísimo) que podemos exigirnos unos a otros es que dejemos a los demás enfocar la vida a su modo mientras ese enfoque no suponga un impedimento a que terceras los otros puedan al mismo tiempo llevar su vida como decidan.

  4. Este es un tema de mucha sutileza. Me pregunto sobre esto: «el Estado no debe financiar colegios con esa forma de trabajar con los niños». Al tiempo que también afirmas «El ayuntamiento, mal que pese a quien siente la necesidad de agradar sobre todo a sus afines, ha de gobernar para todos los vecinos, también para los ultracatólicos.»

    Aquí lo interesante es que católicos y ultracatólicos no separan a niños y niñas por razones científicas, lo hacen por razones ideológicas y, si existen razones científicas, mejor. Al mismo tiempo, un estado que establece el derecho a la educación y que considera que tiene que financiarlo, si quiere ser neutral ideológicamente, debe respetar el hecho de que los padres católicos que desean un tipo de educación como el que se relata puesto que pagan impuestos exactamente igual que los no católicos.

    Mucha gente detesta la educación concertada con colegios católicos porque cree que el estado no debe financiar educación religiosa por su carácter laico. Lo laico es que no toma partido, no que imponga la ausencia de religión. El estado que se denomina como «social de derecho» – y el término social fue introducido muy deliberadamente por la izquierda en la Constitución española – cree que tiene que ofrecer educación «gratuita» para todo el mundo. El problema es que se ha considerado y se considera moderno, progresista, avanzado y necesario el hecho de que la educación pública carezca de oferta de valores religiosos puesto que se paga con dinero de todos.

    De todos incluye a los católicos. Que pagan y votan. Pero si estos que pagan y votan y son obligados a escolarizar al tiempo que se reclama «igualdad» no parece razonable que no puedan tener la opción de que aspectos de sus valores personales marcados por la religión no sean tenidos en cuenta: que niños y niñas estén en aulas separadas puede ser uno de ellos. Aquí la respuesta dogmática suele ser «que se lo paguen».

    Lo cierto es que esto se defiende, además, en nombre de la igualdad y del aseguramiento de igualdad de oportunidades a los pobres a los que el estado da una educación «gratuita» que supuestamente no no podrían tener pero que supone en realidad una discriminación contra el pobre: si eres católico y tienes dinero puedes educar a tus hijos con tus valores yendo a un colegio privado no concertado (y pagas dos veces) pero si eres pobre (o menos rico) te tienes que conformar con la dieta educativa que imponga el estado: así si gana un partido de inspiración cristiana, aumentará el sistema de concertación, puede que en contra de escuelas de titularidad estatal; y si gana un partido que aspira a una sociedad atea (que no laicista) reducirá las escuelas concertadas cristianas y aumentará (o no, que el gasto público es un misterio) la oferta obligatoriamente ausente de los valores de los votantes católicos. Es decir, que los ocupantes temporales del estado procurarán influir en la educación a su gusto. Es lo que hace la iglesia católica – que consiguió su mención en la Constitución – cuando quiere que la formación religiosa en todo el sistema educativo forme parte del currículum obligatorio y que puntúe como filtro a la universidad.

    Ni las Carmenas ni los Cardenales aceptarán nunca no inmiscuirse en las decisiones privadas y, ni mucho menos, aceptar que usan un dinero que no es de ellos para imponer un modelo no de convivencia – porque se convive – sino de ingeniería social para conseguir adeptos al paraíso particular de cada uno. Así, no veo la razón por la que el estado no sólo discrimina en una cabalgata que pagamos todos – y que ya impone los criterios ideológicos de los ocupantes temporales al reducir al mínimo los componentes de la tradición religiosa, lo cual forma parte del juego político de los ocupantes temporales y que veo razonablemente legítimo – sino que no veo por qué no debe pagar enseñanza separada si todos los demás pueden tener el modelo educativo que quieren pagado por el estado.

    Este es el mismo problema de las inmersiones linguísticas (ahora me darán de hostias del todo): si no te gusta el modelo linguístico te lo pagas tú (como hacen los dirigentes políticos que establecen las leyes llevando a sus niños a colegios de otras lenguas en vez de lo que recomiendan a sus votantes), y si eres pobre te conformas con la enseñanza del modelo de ingeniería social que impone el estado. Peri si eres rico, entonces que tus niños hablen como ángeles inglés, francés, alemán y hasta chino.

    (se me fue la mano con los párrafos)

    1. Da gusto leerte; no sólo se perdonan los párrafos, se agradecen :)

      «Ni las Carmenas ni los Cardenales aceptarán nunca no inmiscuirse en las decisiones privadas», qué facilidad tienes para los one liners :)

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